Un niño de tan solo 10 años de edad mató a su madre. El infante, según se supo, estaba enojado con su progenitora debido a que no le había cumplido el capricho de comprarle un regalo.
El niño indicó que todo lo planeo y que sacó el arma del cuarto de su madre, bajó al cuarto de ropas para luego, sin medir palabra, abrir fuego. El menor le disparó en el rostro a la mujer, asesinándola instantáneamente.
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Tras los hechos, el pequeño le contó a su hermano de 26 años lo había sucedido, y este fue quien llamó a las autoridades.
Posteriormente, el niño fue interrogada y confesó que efectivamente le disparó a su madre en la cara, ya que ella no accediera a comprarle un casco de realidad virtual.
Debido a esta lamentable situación, el menor fue acusado como adulto por homicidio imprudente en primer grado, pues en la ciudad de Milwaukee en los Estados Unidos, está permitido juzgar a los niños si cometen delitos graves.
Al respecto, los familiares del niño asesino indicaron que este escuchaba voces imaginarias, que tenía actitudes y comportamientos perturbadores.
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