Santiago Díaz es un joven neivano que se radicó en la ciudad de Bogotá para adelantar sus estudios como ingeniero industrial, pero debido a la pandemia de Covid-19 retornó a su ciudad natal, donde tuvo tiempo de analizar y tomar decisiones con el propósito de darle un valor agregado al negocio de su familia, como ganadero de tercera generación.
Debido a su arraigo con esta actividad productiva y su amor por las actividades del campo heredadas de su abuelo, reunió sus pocos ahorros y buscó el apoyo de su familia para iniciar su emprendimiento, estableciendo varias hectáreas en praderas, y adquiriendo varias vacas doble propósito, que se adaptaran correctamente al clima.
Como lo dice en sus propias palabras, emprender no es fácil, pues el primer reto que debió asumir fue la escasez de alimento por cuenta de las temporadas de sequía, la dificultad para adquirir mano de obra para las labores de ganadería, y la variabilidad de los precios de venta de la leche.
Fue ahí donde le surgió la idea de transformar la producción y darle valor agregado mediante la transformación en nuevos productos que tuvieran buena aceptación en el mercado. Es así como empezó a producir mantequilla, un producto de alta calidad que luego de tocar varias puertas, promocionarlo, y dejar muestras gratis, hoy tiene buena aceptación en los restaurantes gourmet de la ciudad.
¿Pero qué hacer con la leche descremada, si ésta ya no tiene la misma facilidad de comercialización en el mercado local? Después de investigar, y adelantar muchas pruebas, se inclinó por la elaboración de leche condensada, que es muy utilizada en panaderías, pastelerías, y reposterías.
A pesar que asumió un reto muy alto, con paciencia y dedicación ha venido implementando nuevas tecnologías para mejorar los procesos de industrialización, y narra con emoción como fueron esos primeros días en que para elaborar una libra de mantequilla debía dedicar varias horas con una pequeña batidora manual, pero ahora gracias a maquinaria especializada puede elaborar 30 libras en una jornada de 3 a 4 horas.
Por otro lado debido a las exigencias del mercado que cada vez busca más productos saludables, recientemente empezó a producir mantequilla clarificada o ghee, obtenida a partir de la mantequilla tradicional, pero que no contiene lactosa y tiene un sabor más suave y agradable.
Ahora las aspiraciones de Santiago Díaz, son hacer crecer su negocio, mejorando los procesos industriales y la gestión del registro INVIMA para llegar a nuevos clientes, así como incrementar la producción lechera con el mejoramiento genético de su ganadería, un paso en el que la Gobernación del Huila le apoyó como beneficiario del proyecto de transferencia de embriones, ejecutado de la mano del Comité de Ganaderos del Huila, y la Universidad Corhuila, con el que se impactaron en total 460 ganaderos de 28 municipios huilenses.
Convencido que el futuro del campo está ligado al relevo generacional, invita a los jóvenes de la región a dar ese primer paso para emprender en las diversas actividades productivas, dejando de lado el temor y lanzándose a conseguir un objetivo que los ayude a salir del estancamiento.
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