El grupo “Magdalenas por el Cauca” resultó ganador en la convocatoria “Reconocimiento a la trayectoria de Colectivos y Organizaciones que han contribuido a la reconciliación y a la promoción de los Derechos Culturales de las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia”.
Este logro se dio a través de la Resolución 1019 del 16 de agosto de 2024 en el marco del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes 2024. Dicho reconocimiento es otorgado a la obra “Un lugar que no existe” realizada entre abril y julio de 2021 en la vereda Beltrán sobre el río Cauca, donde los artistas Yorlady Ruiz y Gabriel Posada acompañaron en un acto simbólico, artístico y poético a la familia Flórez Naranjo en busca de Norbey Adolfo Flórez desaparecido en el año 2001 en el Valle del Cauca.
Las Magdalenas en esa ocasión fueron sus dos hijas (Yanoad y Laura) y su esposa (Janeth) quienes junto a su hijo (Hader) y el padre de don Norbey Adolfo realizaron un conmovedor y sanador acompañamiento del rostro pintado por Gabriel Posada, río abajo durante la tarde del sábado 3 de julio hasta dejarlo navegar solo y verlo perderse ante la fuerza y la majestuosidad del Cauca, río que trajo noticias un año y dos meses después de realizarse la obra.
En Hidroituango
Los restos óseos de don Norbey Adolfo Flórez Buitrago fueron encontrados en una playa que dejó la construcción de la represa de Hidroituango en la vereda Peque en Antioquia y entregados a su familia el 28 de septiembre de 2022 en Pereira por parte del Grube (Grupo de Búsqueda, Identificación y Entrega de Personas Desaparecidas) de la Fiscalía General de la Nación.
Los artistas y la familia Flórez Naranjo invertirán los recursos de este reconocimiento en la elaboración de un libro donde se relata en detalle toda esta dolorosa y a la vez hermosa historia en la que el arte y la empatía de una familia víctima del conflicto armado colombiano recupera el nombre y la dignidad de un desaparecido.
Se destaca la importancia de este reconocimiento a un trabajo artístico permanente sobre los desaparecidos del país en un contexto que le da un valor restaurativo al río como víctima, no solo por ser la morada final de muchos cuerpos que aún navegan bajo el manto de la impunidad, sino por el despojo y el daño ambiental que le han hecho a su cauce. El premio significa para muchas familias buscadoras la posibilidad de seguir exigiendo la verdad, la posibilidad de trazar caminos entre el dolor y la pérdida desde la colaboración artística.
El acta
El acta de los jurados dice: “La propuesta es de gran relevancia en los contextos donde se ha llevado a cabo, su contribución es valiosa por el mensaje además de resignificar el territorio, es la voz de no olvido por esos acontecimientos de vulneración de derechos humanos”.
-“Es la voz de las víctimas y su contribución de sanar por medio de la participación activa de esta población en las diferentes acciones artísticas que se han realizado”.
-«Con diferentes propuestas llevan un proceso continuo en diferentes territorios, tienen gran incidencia en procesos con diferentes grupos poblacionales. Esto ha contribuido en afianzar las diferentes propuestas articulando diferentes lenguajes expresivos con las tradiciones”.
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