Las risas, el regocijo y la algarabía que se escuchaban dentro de un bar, justo en una esquina del barrio Lijacá (Usaquén), se transformaron en gritos desesperados de varios transeúntes que presenciaron cómo un hombre fue salvajemente asesinado mientras departía entre amigos unas copas de licor, la noche del domingo.
Sobre las 8:40 p. m., en una mesa ubicada justo en la entrada del local en la calle 189 con carrera 8A, se presentó este aberrante hecho que dejó a comerciantes y vecinos atónitos por la forma descarada en la que le quitaron la vida al hombre, de aproximadamente 30 años y cuya identidad no se ha revelada.
El suceso ocurrió a una hora en la que este popular barrio del noreste de la capital estaba atiborrado de personas, ya que allí se encuentran varios establecimientos comerciales.
Puñal en medio de tragos
“Lo que dicen por acá es que tanto los que le hicieron eso al muchacho como el ahora occiso eran conocidos del sector, pero la verdad no me asomé a ver porque en ese bar siempre se han presentado varios problemas. Es más, hace como dos meses ya se había presentado otra riña en ese mismo sitio. Lo que sí pude ver es que quienes mataron a ese pelado estaban sentados en una mesa en toda la entrada del bar, en la misma donde el pobre pelado cayó apuñalado”, comentó un vecino del sector a Q’HUBO.
Según los testigos, la víctima llegó al bar 15 minutos antes de que sentenciaran su pena de muerte. Este joven llegó contento y confiado, pensando que iba a pasar un buen rato con dos conocidos con los que se sentó dentro del bar.
“Lo que dicen por este lado es que los tipos que mataron a ese pelado lo habían llamado para que saliera de la casa y se pusiera a tomar con ellos. Al parecer, se formó una discusión, pero nadie sabe bien qué pasó, porque ese bar es de solo costeños y no atienden a nadie más. Dicen que al pelado lo arrinconaron entre los dos tipos que lo estaban esperando. Uno de ellos se sentó al lado izquierdo del finado y lo agarró del cuello, como para no dejarlo ir, y el que estaba a la derecha sacó un arma blanca y le pegó una puñalada en el pecho”, comentó un comerciante de la zona.
Tan solo segundos después del ataque, cuando los asesinos ya habían salido del local y la víctima permanecía moribunda, observaron a los verdugos salir caminando como si nada. Los dos criminales, al darse cuenta de que un policía los estaba siguiendo, ya que la comunidad le había informado sobre el atroz acto, empezaron a correr rumbo a la carrera Séptima, por donde escaparon sin dejar rastro.
“El cuadrante de Policía llega al sitio y atiende el requerimiento de la comunidad. La persona que nos reportaron como lesionada fue trasladada por nuestros uniformados a un centro asistencial, donde falleció producto de la herida recibida. Con la unidad de investigación criminal estamos verificando las cámaras de seguridad para dar con el individuo que acabó con esta persona”, así lo informó el teniente coronel Ronald Mariño, oficial de guarnición de la Policía Metropolitana de Bogotá.
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