Desbordada continúa la violencia en el Valle de Laboyos. Ni con más unidades de policías se han logrado reducir los asesinatos. Sumado al crimen de Alexis Yustres, el pasado sábado, se registró ayer otro hecho de sangre en el que le segaron la vida a Sergio Sánchez Gaviria, conocido como ‘Papelito’. Hay preocupación en Pitalito.
La inseguridad les tomó vuelo a las autoridades en Pitalito. Este municipio ubicado en el sur del Huila, ha sido epicentro de dos crímenes en menos de 48 horas, que han causado caos, angustia y dolor en diferentes familias de la población.
Sumado al asesinato de Alexis Fernando Yustres Borrero, en la madrugada del pasado sábado, se registró un nuevo hecho de sicariato en el que le segaron la vida a Sergio Sánchez Gaviria, en la madrugada del domingo.
La embestida
La víctima apodada como ‘Papelito’, al parecer se encontraba departiendo con algunos conocidos en inmediaciones del barrio Las Acacias, donde fue interceptado por sujetos desconocidos, quienes sin mediar palabra desenfundaron un arma de fuego y dispararon contra su humanidad.
Los tiros ocasionaron caos y confusión en el lugar, por lo que los verdugos aprovecharon para darse a la fuga tras lograr su cometido.
No sobrevivió
En el ataque Sánchez Gaviria, resultó con heridas de gravedad que ocasionaron que cayera al piso quedando sobre un lago hemático. Aunque los presentes trataron de auxiliarlo, los esfuerzos fueron infructuosos, ya que su deceso se dio minutos más tarde.
Se desconocen las causas que motivaron el hecho de sicariato, sin embargo, no se descarta que obedezca a un ajuste ilegal de cuentas. Las autoridades adelantan las indagaciones para esclarecer lo sucedido y poder determinar cuál fue la ruta de escape de los asesinos.
Investigan
De igual manera se espera que a través de la recolección de las evidencias físicas y de las grabaciones de las cámaras de seguridad se pueda recolectar el material que permita la individualización y captura de los responsables.
El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde se espera que sus seres queridos adelanten los trámites de rigor para iniciar sus exequias y darle su cristiana sepultura.
La población reclama garantías de seguridad en el casco urbano, donde pese a que incrementaron el pie de fuerza con la llegada de más de 70 policías, continúan azotados por los diferentes flagelos en esta localidad.
