De las 2.600 especies de palma en el planeta, solo 19 superan los 35 metros de altura, y dos de ellas están en Colombia.
Rodrigo Bernal, del Jardín Botánico del Quindío, junto a Blanca Martínez, de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, y María José Sanín, de la Universidad CES, descubrieron un ejemplar de Ceroxylon quindiuense, la palma de cera del Quindío, que alcanza una impresionante altura de 59,2 metros. Esta especie se encuentra en la región de Tochecito, en Tolima, donde se ubica la mayor población de estas palmas. El hallazgo fue publicado en el journal Palms.
En general, la palma de cera del Quindío ostenta el título de la más alta del mundo, seguida de la Roystonea oleracea, la palma caribeña que ocupa el segundo lugar. El tercer puesto lo comparten las especies de Indonesia, Pigaffeta elata y Pigaffeta filaris.
Además de su altura, las palmas poseen otros récords, como la Raphia regalis, que tiene las hojas más largas, y la Lodoicea maldivica, cuyas semillas son las más grandes. Las palmas andinas, especialmente las del género Ceroxylon, son reconocidas por su impresionante altura, aunque existen otras especies que también se destacan en este aspecto.
En su estudio, Bernal y sus colaboradores revisaron las especies de palmas más altas, excluyendo las trepadoras debido a las limitaciones biomecánicas que presentan. En 1990, se reportó un ratan de 185 metros, el Calamus manan. Los investigadores se enfocaron en palmas que superan los 35 metros, considerando las coronas en la medición, lo que les dio un rango de diferencia de 3 a 4 metros. Las mediciones se realizaron utilizando fotos con escala humana tomadas a distancia.