Según la investigación, el secuestro se produjo cuando los asegurados, haciéndose pasar por integrantes de la disidencia residual Jaime Martínez, retuvieron a la mujer en el casco urbano de Samaniego y posteriormente la trasladaron a un inmueble.
Luego, con el teléfono celular de la víctima se comunicaron con los familiares a quienes les exigieron el pago de $150 millones para dejarla en libertad.
Iniciadas las investigaciones se realizaron las inspecciones técnicas del sitio donde ocurrió el plagio, se hicieron entrevistas a testigos y se interceptaton líneas telefónicas, lo que permitió establecer que la mujer se encontraba en el casco urbano del municipio.
Luego de tres días de cautiverio y tras labores de reconocimiento del sector, se pudo establecer que Miriam Tisoy Rúales y Brayan Morales Tisoy pertenecían a un grupo de delincuencia común y que se hacían pasar como integrantes de dicha disidencia para agilizar el pago de la liberación de la secuestrada.
Luego de avalar las evidencias y el material probatorio presentado en las audiencias concentradas, el juez penal de Samaniego dictó medida preventiva en establecimiento carcelario contra los dos presuntos secuestradores, que no aceptaron los cargos.