El trabajo social que ha venido realizando en el municipio de Barrancas, el presbítero Bláster Pérez Reales, especialmente con la juventud, ha sido bastante interesante, sobre todo en el aspecto de la salud mental, permitiendo que su labor sea visible y meritoria de reconocimiento y eso generó la motivación del consejo directivo de la Orden del Carbón por ser meritoria y altruista.
Reconocimiento que se hizo en ceremonia especial el marco de la versión 53 del festival del Carbón, “Muy contento se siento es como recoger los frutos de todo lo que se ha venido sembrando en el transcurrir de estos dos años que llevo de estar en el municipio de Barrancas. Es algo muy satisfactorio que te reconozcan a nivel municipal por toda esa entrega, ese trabajo arduo que muchas veces no se ve, pero que la misma población comenta”.
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Inicios de su misión sacerdotal
Blaster Pérez Reales es un párroco oriundo del municipio de Sincé, Sucre, que tuvo la vocación de servirle al todopoderoso haciéndose ordenar sacerdote en el Santuario de la Natividad de María en Sincé en el año 1999.
A partir de su ordenación, Blaster Pérez comenzó a ejercer su ministerio en diferentes áreas. En Riohacha, administró la Curia Episcopal durante las vacaciones, fue promotor de la Pastoral Vocacional y apoyó a los sectores marginados de la ciudad. También fue Capellán del Sena, de la Divina Pastora y del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Durante cinco meses, estuvo al frente de la Parroquia Virgen del Pilar en Dibulla.
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Formación académica en Colombia y Roma
Paralelo a su misión religiosa, continuó su formación académica. Se graduó como psicólogo de la Unad y obtuvo una especialización en Gestión Educativa de la Universidad de Pamplona. En 2003, viajó a Roma para realizar estudios de maestría y especialización en diversas áreas, incluyendo bioética y exorcismo. A su regreso a Colombia, retomó su labor pastoral, primero como Vicario en Maicao y luego como catedrático en la universidad de La Guajira.
Ministerio en La Guajira
Blaster Pérez fue Párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen en Maicao durante seis meses, y luego Párroco de San José, donde sirvió por tres años. En Albania, fue Párroco y Capellán del Cerrejón por una década, hasta que en 2022 fue designado Párroco de la Parroquia San José en Barrancas, donde sigue activo y reconocido por su labor sacerdotal.
