El ganado que se está evacuando de las inundaciones en el municipio de Ayapel es atendido en un punto humanitario para evitar deshidratación de los animales y evitar que mueran en los largos desplazamientos a los que están siendo sometidos buscando tierra seca.
La expulsión de sus hatos obliga a los pequeños productores a deambular por caminos y trochas en busca de áreas donde los puedan poner a salvo.
Hugo Armando Contreras, uno de los tres profesionales de la región que montaron el punto de atención veterinaria para todos los campesinos que pasen con sus ganados por Pueblo Nuevo Popales, dijo que con recursos propios y donaciones cumplen con esa labor social.
“Les estamos proporcionando al ganado y a los caballos agua, sal mineralizada, medicamentos, vitaminas e hidratación para los vaqueros”, explicó.
Por el sitio han atendido más de dos mil animales, pero reconocen que la tarea es difícil porque hay otras zonas donde ni siquiera han podido sacar los animales.