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“Pedimos que Comfamiliar pague el procedimiento”

“Pedimos que Comfamiliar pague el procedimiento” 7 15 agosto, 2021

Lo que comenzó como un pequeño granito insignificante en el cuello, le fue ganando a la pericia de profesionales en la salud en Neiva. Fue cuando el tumor cancerígeno ya había invadido gran parte del rostro de Delfina Ortigoza Firigua en que el problema cobró importancia para la EPS Comfamilair y, entonces, la negligencia puso contra las cuerdas a toda una familia. Denuncia ciudadana.

Hace poco más de dos años, Delfina Ortigoza Firigua notó la persistente presencia de un pequeño granito en la parte baja izquierda de su cuello, que se asemejaba a la picadura de un zancudo, pero que con el paso de los días iba aumentando de tamaño y tomando la forma de una verruga, mientras a la par también comenzaba a causar algo de molestia.

Con el fin de conocer de qué se trataba la extraña protuberancia, los familiares de la adulta mayor decidieron acudir al médico por medicina general para descartar alguna enfermedad grave. Para cuando fue atendida, en plena cuarentena por la llegada de COVID-19 al país, el profesional en salud les explicó que se trataba de una verruga. Les dijo  “que ella podía vivir perfectamente el resto de sus días con eso”, recordó su hija, Mercedes García. Por lo tanto, no recomendó exámenes adicionales.

Pero la aparentemente insignificante verruga continuó ganando terreno en el cuello de Delfina, al igual que el malestar. Ante esto, volvieron a pedir una valoración por la EPS Comfamiliar. En ese entonces, ya tenía la apariencia de una “pepa de mamoncillo”, describieron sus familiares. Los profesionales en salud les explicaron que se trataba de un lipoma, una especie de tumor inofensivo no cancerígeno. Nuevamente erraron.

Para sus seres queridos se trataba de algo más. “Nosotros pedimos una consulta con un médico especialista, pero ellos no nos la daban. Eso seguía así, nos decían que era una bola de grasa y que mi mamá podía continuar viviendo normal, que no afectaba nada”, dijo Mercedes García.

“Ellos se quedaron así y no hacían nada. Yo seguí insistiendo porque eso también le iba creciendo. Yo insistía e insistía. De tanto hacerlo, Comfamiliar me autorizó una cita con un médico para luego hacer una cirugía ambulatoria. Ya para ese tiempo el tumor estaba grandísimo. Nosotros otra vez les pedimos que hicieran exámenes adicionales, pero no”.

“Pedimos que Comfamiliar pague el procedimiento” 7 15 agosto, 2021
Delfina Ortigoza Firigua tiene 84 años de edad y no se ha podido vacunar contra la COVID-19.

Indicios

Cuando en noviembre llegó el día de la cirugía ambulatoria, Delfina llegó ilusionada desde por la mañana a la clínica donde la practicarían el procedimiento, sin embargo, tras horas de permanecer allí, el profesional en salud les informó que no la iba a operar. El problema no era tan simple. “Ella ya tenía la bata y tenía todo, pero él le dijo que no podía hacerlo, que no era algo ambulatorio, que necesita equipos y varias especialistas; un cirujano de cabeza y cuello, otro de medicina plástica…”.

Posterior a la fallida intervención, la familia comenzó a tramitar la operación, contado además con la ayuda de la Personería de Neiva, a donde tuvieron que acudir denunciando negligencia.

Con el paso de los meses, el tumor de apariencia rojiza y con sangrado, logró invadir desde el hombro, hasta parte de la cara y también una oreja. Los quebrantos de salud eran terribles, al punto de que la familia acudió a la medicina alternativa para que, por medio de gotas, la adulta pudiera conciliar el sueño. No podía comer, el dolor de la garganta era constante, al igual que la fiebre.

“Yo fui hasta la Clínica Medilaser a hablar con el doctor Adonis Tupac Ramirez Cuellar, él me decía que solo era que le autorizaran y que él procedía a hacerle la cirugía, además, que él era el único cirujano de cabeza y cuello en el departamento. Fui varias veces, pero como no autorizaban, él hasta me devolvía la plata. Yo le mostraba fotos y él me decía qué hacer, exámenes como biopsia. Nos decía que la operación de mi mamá era para ya, que era un cáncer maligno y que él se iba a radicar en Pereira”.

Vía legal, optaron entonces por la tutela. El proceso les favoreció para que Comfamiliar garantizara la intervención total. La EPS les autorizó una cita por valoración en Ibagué.

La familia que actualmente reside en el barrio Villa Colombia, aunque es escasa de recursos, logró recolectar el dinero por medio de préstamos porque la remisión no incluía gastos de transporte. El proceso nunca culminó.

En la consulta les explicaron parte de lo que ya Ramírez Cuellar había advertido, les pidieron varios exámenes que ya se había practicado la adulta mayor, pero que por el tiempo habían caducado. “Como el médico ya no estaba, ya lo habían dejado ir, la opción era que la remitieran para Bogotá o Medellín. Eso era un ‘bregadero’”.

La operación, costos y acompañamiento finalmente no fueron brindados por la EPS, confirmó la Personería de Neiva.

Y es que para ese tiempo el transporte de la adulta se tornaba bastante complejo, detalló su hija Marcela que la situación era indignante. “No se podía mover porque le salía sangre, eso le comenzó a oler feo, le salía una especie de materia…”.

En abril el cuerpo de Delfina no aguantó más. “Un día ella ya se desmayó, yo desesperada llamé a un médico particular en Medellín, él es jefe de una de mis hermanas, me preguntó todo lo que pasaba, le envié fotos y todo lo que tenía. Me dijo que se le tenía que salvar la vida ya, él la mandó a recoger en una avioneta de aquí en Neiva hasta Medellín. Ellos se la llevaron y allá la operaron, pero fue todo particular”.

Endeudaos hasta el cuello

La alegría porque le fue extirpado el enorme tumor, se nubló a la  ahora en que la familia conoció que tienen una deuda de $24 millones. “Nosotros duramos mucho tiempo esperando, el médico lo hizo y dijo que después la EPS le pagaría. Desde hace meses nosotros estamos pidiendo que Comfamiliar pague el procedimiento, que por favor nos colabore, porque nosotros tenemos que pagarle eso a la clínica; y que no le haga esto a más personas: es muy triste ver a un familiar enfermo, que se está muriendo y no poder ayudarlo”.

“Pedimos que Comfamiliar pague el procedimiento” 8 15 agosto, 2021
En el proceso de intervención se requirió piel de sus piernas.

La Personería de Neiva precisó que la familia llegó buscando ayuda porque la EPS no había otorgado una cita para valoración que determinara el procedimiento a seguir en el caso. Mediante una acción de tutela que favoreció a la paciente, un juez ordenó que se le asignara una cita de valoración con cirugía de cabeza y cuello y que en adelante le prestara el tratamiento integral que se requería. Comfamiliar le dio la cita, pero las órdenes para la cirugía radicadas por la familia para realizar la cirugía no tuvieron respuesta eficaz. Actualmente se tramita un incidente de desacato donde la EPS se defiende manifestando que no recibió las órdenes y que no pagará el dinero.

Luego del procedimiento Comfamiliar está garantizando las radioterapias. A la paciente, debido a las demoras, también le dio trombosis.

Delfina es víctima de desplazamiento forzado a causa de la guerrilla Farc-EP, es natal de Colombia, en el norte del Huila, de donde huyó junto con sus hijos cuando era joven.

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Written by jucebo

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