Una de las principales apuestas de la reforma tributaria 2.0, que ya fue presentada ante el Congreso y que el Gobierno espera que sea aprobada en las próximas semanas, es el paquete social para reducir el número de personas en condición de pobreza. Pero, eso sí, el crecimiento económico sería el principal motor para bajar ese dato.
(Pandemia expulsó 2,5 millones de personas de la clase media).
Eso apunta la exposición de motivos del proyecto de Inversión social, que dice que entre 2020 y 2022 el crecimiento económico ayudaría a bajar en 5,7 puntos porcentuales (pps) la población en condición de pobreza monetaria y el programa de Ingreso Solidario en otros 2,5 pps, para un total de 8,2 puntos para los próximos dos años.
(Durante 2020, 3,5 millones de personas entraron a la pobreza).
Eso quiere decir, en otras palabras, que el crecimiento y la recuperación de la economía aportaría en un 70% a la reducción del número de personas que están en pobreza monetaria, es decir, aquellos que ganan por debajo de $331.688 al mes. “Así, aún sin contar el efecto del programa Ingreso Solidario en 2021 y 2022, respecto a 2020 (42,5%) la pobreza caería 3,3 pps en 2021 (39,2%) y 5,7 pps en 2022 (36,8%)”, dice el texto.
Asimismo, para el caso de los que están en situación de pobreza extrema, que ganan menos de $145.004 al mes, el dato caería de 15,1% a 12,5% en 2021 y bajaría a 10,7% en 2022.
Ahora, para dimensionar mejor estas estimaciones del Gobierno, cabe recordar que antes de la pandemia, en 2019, había 17,4 millones de personas en condición de pobreza y por la crisis ese número subió a 21 millones, un alza de aproximadamente 3,5 millones de personas.
(Estos son los ejes de la reforma tributaria 2.0, punto por punto).
Con la reforma, el plan es que para las personas en pobreza extrema ese número vuelva a niveles inferiores a los de 2019 el próximo año. Y para la monetaria, que alcance los montos de hace dos años en el 2022.
Según le explicó a este diario José Manuel Restrepo, ministro de Hacienda y Crédito Público, el proyecto “tiene el propósito de casi el 50% de la población del país se beneficie de programas sociales y que cerremos el 2022 con niveles de pobreza extrema inferiores a los que teníamos prepandemia y con un desempleo juvenil en el mismo nivel que teníamos prepandemia”, agregó.
Y aunque esas cuentas también incluyen los otros programas ordinarios como Familias en Acción, Colombia mayor y Jóvenes en acción, sería Ingreso solidario el programa que podría impactar en mayor medida en el número de personas en esa situación, pues este le ha llegado por primera vez a familias que no se benefician de las otras iniciativas que ya fueron implementadas hace años, antes de la crisis, e Ingreso solidario fue creado en 2020.
El plan del Gobierno es que Ingreso solidario llegue a 4,1 millones de hogares a partir de este año y eso se extendería hasta 2022. “Así, 7,8 millones de hogares recibirán transferencias monetarias, lo que significa más del 50% de los hogares colombianos recibiendo recursos para aliviar el impacto de la pandemia sobre sus ingresos.
Específicamente, “la cobertura llegaría al 100% de los hogares en condición de pobreza extrema, para el caso de los hogares en condición de pobreza moderada la cobertura llegaría al 76%”, dice el documento.
LOS DESAFÍOS
Ahora bien, teniendo en cuenta que Ingreso solidario como se conoce actualmente iría hasta junio de 2022, y continuaría con un rediseño hasta diciembre de 2022, la pregunta que queda es cuáles son los caminos que le queda al país para reducir aún más las personas en condición de pobreza, que se ha incrementado por la pandemia.
Por un lado, el Gobierno argumenta en el proyecto de Inversión social que con un impulso al empleo, a través de los incentivos para el empleo para jóvenes, mujeres y otras ayudas para las mipymes, y las iniciativas para mover la economía el país tendrá una reducción del número de personas en esa condición.
Sin embargo, expertos han manifestado en varios escenarios que será necesario también darle un impulso a los programas de empleo y de recuperación de las grandes ciudades, que son las que más han tenido un retroceso económico por la naturaleza de la crisis por coronavirus.
Roberto Angulo, socio fundador de la firma Inclusión, explicó recientemente que “lo que va a acelerar la reducción de la pobreza es la agenda de inclusión productiva urbana en las regiones, como las políticas de inclusión para las mujeres y la formalización de los micronegocios en las grandes ciudades”.
LOS AJUSTES A INGRESO SOLIDARIO
Aunque en el proyecto de reforma tributaria que fue retirado ante el Congreso el pasado 2 de mayo se había propuesto una versión actualizada de Ingreso solidario, eso solo se podría hacer hasta mediados del 2022.
De acuerdo con el proyecto de ley de Inversión social, “a partir de julio de 2022, el monto de la transferencia deberá considerar el número de integrantes que componen cada hogar, y el grupo de clasificación del Sisbén IV. (…) Tratándose de los hogares clasificados en condición de vulnerabili- dad se deberá mantener un monto de transferencia fijo por hogar, que no podrá ser superior al de los hogares unipersonales en condición de pobreza”. Con eso se podría mejorar la focalización del programa.
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