En una guillotina se ha convertido la vía La Paz-Valledupar. Hasta el momento ninguna entidad de gobierno ha definido la instalación del alumbrado público.
A pocos meses de haberse inaugurado la vía La Paz-Valledupar, son muchas las falencias que aún presenta la obra, mientras los siniestros viales siguen estando a la orden del día, principalmente por la oscuridad que reina en el trayecto, e incluso, la imprudencia de algunos conductores que insisten en recórrela en sentido Valledupar-La Paz, cuando aún no está autorizado.
La reciente muerte de un indígena wayuu de nombre Alcibiades Pushaina Pushain, de 42 años, la noche del martes, encendió las alarmas de las autoridades, ya que el hombre iba en su bicicleta y fue impactado por varios vehículos ante la oscuridad que reina en la zona.
Al respecto, Marcos Perales, quien fue veedor de la construcción de la vía, explicó que para el proyecto Invías se comprometió en gestionar con los alcaldes de La Paz y Valledupar, la instalación del alumbrado público, cada uno cumpliendo con los tramos de sus jurisdicción, pero a la fecha no se sabe nada al respecto y la zona es una verdadera tiniebla.
Destacó que en este caso debe haber compromisos con la seguridad vial, ya que el objetivo es evitar que la carretera se convierta en una guillotina para los accidentes y la inseguridad, ante la nula iluminación que presenta.
Otro de los grandes problemas que se presentan en la vía, es la imprudencia de algunos conductores de motocicletas, bicicletas y carros que insisten en transitar en sentido contrario, generando un gran peligro para los actos viales.
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