Ha pasado más de una año desde que el joven Nicolás Mateo Pulido (26 años) fue asesinado frente al centro comercial Galerías, en la carrera 27 con calle 53b. Su familia hace un llamado a la justicia para que se agilice la investigación y el crimen no quede impune.
“Así como utilizan todos los recursos para actuar cuando se presentan casos con personas de la vida pública, pues así mismo deberían actuar en los casos de las personas del común, la justicia debe ser para todos los colombianos, todos tenemos los mismos derechos”, expresó Jaime Pulido, padre de la víctima.
El homicidio
El 21 de marzo de 2023 Nicolás se encontraba en el estadio el Campín viendo jugar a Santa Fe contra el deportivo Cali, su ilusión como cualquier hincha era disfrutar del encuentro deportivo, pero debido a las fuertes lluvias en ese momento, este fue aplazado.
“Mi hijo y otras personas fueron a ver el partido en el estadio, pero este no se jugó por temas de lluvia. Estaba programado a eso de las 8 de la noche, entonces ellos salieron del Campín y fueron a recoger las motos diagonal al centro comercial. Una vez retiraron las motos de la casa donde las habían guardado, se hicieron en el edificio de al lado, debajo de un voladizo, esperando que escampara y poder continuar cada uno su recorrido para la casa”, relató en medio de su dolor Jaime.
El progenitor cuenta que de acuerdo a los testimonios y videos de cámaras de seguridad, se conoció que en el momento en el que su hijo y sus acompañantes estaban escampando de la lluvia, una multitud de más de 10 personas, todos vestidos de negro pasaron por el lugar corriendo, al parecer detrás de otras personas vestidas con prendas de Santa Fe, con la intención de agredirlas. Pero en su recorrido, y al parecer al ver que los jóvenes eran hinchas de Santa Fe, terminaron atacándolos.
“Una multitud estaba corriendo desde el sentido norte y venían con armas blancas y los atacaron a ellos en el lugar en el que estaban. Mi hijo resultó con una puñalada en el pecho, se desvaneció en el lugar y una estudiante de enfermería de la Universidad Nacional lo auxilió en ese momento”, agregó en su testimonio.
Tras haber sido lesionado, el joven fue trasladado por una patrulla a la Clínica Palermo donde pese al esfuerzo del personal médico, partió de este mundo por la gravedad de la lesión.
Cargar con el dolor de perder a su ser querido y más en estas circunstancias es indescriptible, y aunque sus familiares tienen claro que nada ni nadie podrá devolvérselos, piden a la justicia que el crimen no quede impune, pues les preocupa que hasta la fecha no hay ningún capturado y la investigación parecer estar estancada.
“Las personas que estaban con mi hijo lograron escapar y no resultaron lesionados. Los agresores se dispersaron por diferentes calles. Llevamos todo este año esperando resultados, pero todavía no ha pasado nada. Mi hijo era ingeniero mecánico, estaba ejerciendo, era hincha de Santa Fe, pero no era barrista, solamente decidió asistir ese día. Nicolás tenía sus sueños de crecimiento profesional, consolidar una familia. Pensamos que este crimen fue por un tema de ser hincha de Santa Fe, mi hijo estaba vestido ese día con su camiseta pero llevaba una chaqueta negra que lo cubría, uno de los acompañantes estaba con camiseta del equipo y otro con sudadera”, puntualizó el padre de Nicolás.
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