El choque de la pandemia durante 2020 en los hogares colombianos elevó las cifras de pobreza. Este jueves el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) entregó el reporte de pobreza por el enfoque multidimensional, aquel que mide las condiciones de vida de las familias y sus necesidades insatisfechas, el cual mostró que la incidencia del indicador impacta tres veces más a los hogares rurales que urbanos.
A nivel nacional las cifras de pobreza multidimensional se elevaron a 18,1% de la población, lo que refleja un aumento de 0,6 puntos porcentuales con respecto a 2019, cuando se encontraba en 17,5 %.
Esto implica que 489.000 habitantes en el territorio nacional ingresaron a esta situación, de modo que el país pasó de tener 8,56 millones de personas en situación de pobreza multidimensional en 2019, a contar con 9,04 millones.
El director de la entidad estadística, Juan Daniel Oviedo, explicó que “las brechas de lo urbano rural se manifiestan en este caso sobre este indicador a través de una incidencia de pobreza multidimensional que es aproximadamente tres veces más importante en la zona rural que en la zona urbana del país”.
De este modo, la pobreza multidimensional en las zonas urbanas y las cabeceras municipales pasó de 12,3 % en 2019 a 12,5 % en 2020, lo que representa un crecimiento de 0,2 puntos, mientras que en el campo el alza fue de 2,6 puntos porcentuales, y pasó de un nivel de 34,5 % en 2019 frente a un dato de 37,1 % en 2020.
Esto contrasta por el contrario con los datos de pobreza monetaria (por ingresos), que entregó el Dane en abril, la cual si bien llegó a 42,5 % de la población, afectó especialmente a los hogares urbanos.
(Vea: Las regiones con la mayor concentración de la pobreza en Colombia).
PRINCIPALES EFECTOS
Por el lado de la pobreza multidimensional, el IPM revisa cinco dimensiones de vida de las personas y las desagrega en 15 indicadores. Estas son las condiciones educativas, las condiciones de la niñez y la juventud, el trabajo, la salud y las condiciones de la vivienda y servicios públicos.
Dentro de estos indicadores el que presentó el mayor retroceso en el IPM fue el de Inasistencia escolar, que se incrementó en 13,7 puntos, al pasar de 2,7 % de los hogares a 16,4 %.
«Esa variable es uno de los canales de visibilización de los efectos en las condiciones de vida, indica que al menos uno de los niños que residen en ese hogar, entre los 6 y 16 años, no está accediendo al bien público de formación que genera el sistema educativo tanto oficial como no oficial”, explicó Oviedo.
En el reporte, el director del Dane hizo hincapié en el efecto que tuvo el indicador de desempleo de larga duración, que mide si dentro de los hogares hay al menos una persona desempleada en los últimos 12 meses pasó de 12,4 % a 14,2 %, movimiento de 1,8 puntos porcentuales.
“Cuando vemos los resultados de pobreza monetaria vemos un fuerte impacto en las ciudades, porque las zonas urbanas fueron las más afectadas por la pandemia, mientras las zonas rurales se vieron incluso beneficiadas por las transferencias, pero en el componente multidimensional no es así, y particularmente la división de educación. Hay una diferencia entre lo que sucedió en las ciudades, donde se fortaleció la medida de asistencia escolar y lo que se evidenció en el campo”, dijo Carlos Sepúlveda, decano de Economía de la U. del Rosario y secretario Técnico del Comité de Expertos en Pobreza.
Así mismo, Roberto Angulo, socio fundador de la firma Inclusión SAS y parte del Comité, mencionó que “es grave esa reversión de la zona rural, porque el IPM está reflejando que puede haber cambios con una consecuencia estructural”, y que en las zonas rurales perdimos aproximadamente un avance de un cuatrienio.
Angulo aseguró también que el indicador de inasistencia educativa puede derivar en mayor deserción y baja escolarización a futuro, mientras que la variable de desempleo de larga duración está mostrando un efecto estructural en el mercado laboral.
Por otra parte, el indicador con la mayor reducción en las privaciones de los hogares en 2020 fue el de barreras de acceso a servicios de salud, que se redujo en 3,3 puntos porcentual de 5,5 % en 2019 a 2,2 % en 2020. A este le sigue el indicador de bajo logro educativo, que cayó de 44 % a 42,2 % y el indicador que revisa qué familias carecen de acceso a fuente de agua mejorada, que en 2019 estaba en 11,5 % y en 2020 llegó a 9,7 %.
REGIONES MÁS AFECTADAS
Por regiones, el mayor impacto de la pobreza multidimensional se dio en la región Pacífica, que excluye al Valle del Cauca y contempla a los departamentos de Cauca, Chocó y Nariño, en la cual ingresaron a esta condición de pobreza 172.000 personas.
A esta le sigue la región central, conformada por los departamentos de Caldas, Caquetá, Huila, Quindío, Risaralda y Tolima, donde 154.000 personas ingresaron a esta situación. Por el contrario, en la región oriental salieron de esta condición 28.000 personas y en Antioquia también se dio una reducción, con 35.000 ciudadanos.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
Periodista Portafolio
Twitter: @LauraB_Elejalde