Este viernes -04 de octubre- se llevó a cabo la rendición de cuentas de la gestión y logros del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, donde una vez más el Gobierno reiteró que la economía avanza acorde a lo proyectado y que si bien el apretón de caja se mantiene, hacia el futuro la situación está mejorando y poco a poco el país va a retomar la senda de competitividad frente a sus pares de la región.
El evento estuvo bajo la batuta del ministro Ricardo Bonilla, quien subrayó que esperan que la inflación cierre el año un poco más arriba del 5% y que la variación anual del PIB ronde el 2% en ese mismo período y aprovechó para destacar que uno de sus grandes logros ha sido el control de la deuda pública, que se mantiene en niveles altos, pero que poco a poco se está devolviendo a los niveles pre pandemia.
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“La deuda fue un elemento que ayudó a la reactivación, pero no se establecieron condiciones de pago favorables y se crearon elementos de pago de muy corto plazo, debido a los cuales hemos tenido que ir bajando el umbral de la deuda. Terminamos el 2023 en 53,8%, pero este año terminaremos en el 55% por el impacto real de lo que hay que cubrir. Así mismo, en el 2023 se pagaron $75 billones y para esta vigencia hay que pagar $95 billones más, mientras que hacia el 2025 llegaremos a $112 billones”, dijo Bonilla.
Pullas al Congreso
Cuando se creía que las asperezas entre la Comisión de Crédito Público y el Ministerio de Hacienda se habían superado, luego de los roces entre los congresistas y la dirección que maneja la deuda en el Gobierno, el ministro Bonilla González lanzó un duro mensaje a este grupo, a quienes pidió que no sigan dilatando los procesos para la adquisición de una deuda que ya les avaló el Legislativo en pleno.
“Pagar la deuda implica no solo utilizar recursos corrientes, sino buscar recursos frescos con costos financieros internacionales. En eso estamos y aquí tendremos que decir públicamente que necesitamos que la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público deje de manosear al Ministerio de Hacienda y sesione”, sostuvo.
En esta pulla también desde Hacienda se le dijo a la Comisión que su concepto no es vinculante y que simplemente hacen parte de un trámite que están cumpliendo y que tiene unos plazos en los que, una vez se venzan, pueden continuar sin la necesidad de un aval concreto desde este grupo de legisladores.
“Le recordamos que el concepto es no vinculante. Que simplemente tenemos que esperar a que se cumpla el plazo. Que ya se pidió y si se cumple el plazo y no se dio el concepto, tendremos que seguir adelante porque el país no se puede quedar esperando simplemente la decisión de manoseo de los congresistas. Esto lo están oyendo los congresistas, entonces que quede público y claro”, sentenció Ricardo Bonilla.
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Estrategia y presupuesto
En medio de sus advertencias a la Comisión de Crédito del Congreso, el Ministro también habló sobre la estrategia financiera para los meses que vienen y explicó que el Gobierno está utilizando diversos mecanismos para financiar la deuda, entre ellos, la colocación de bonos sostenibles en mercados internacionales, en los que se incluyen bonos verdes y sociales, que han sido bien recibidos, obteniendo tasas más bajas y plazos más largos de los esperados, lo que a la larga permitirá aliviar el apretón de caja.
“Colombia es un país líder en la colocación de criterios de taxonomía verde, de bonos verdes y bonos sociales y por eso hemos avanzado en el uso de estas herramientas dentro del mercado local, en las cuales el principal elemento es el avance socioeconómico y reducción de desigualdades. Con lo cual hemos tenido importante acceso al mercado internacional”, aseveró.
En ese sentido, contó que parte de dicho plan está siendo socializado con organismos internacionales, como pasó hace unos días con el Fondo Monetario Internacional durante su periplo por Nueva York, ya que están enfocados en reestructurar la deuda para que el país pueda respirar mejor a la hora de cumplir sus compromisos.
Ricardo Bonilla aprovechó la rendición para referirse al Grupo Bicentenario, frente al cual indicó que avanzan en la consolidación de este grupo, que será clave en la reactivación económica, concretando aspectos legales como el nombramiento de sus cabezas y los parámetros en los que podrá operar en la economía local.
“La superintendencia financiera ya los declaró el cuarto conglomerado financiero de Colombia. Entonces estamos en el proceso de avanzar en la organización administrativa del Bicentenario. Allí tenemos $183 billones en activos y $18 billones en patrimonio. Son tres entidades y más de 200 productos financieros.
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Este es el terreno en el que vamos a avanzar en términos de cómo nos consolidamos financieramente y cómo el Bicentenario participa en la reactivación de la economía colombiana, colocando créditos y también desarrollando actividades de inversión”, manifestó.
De Ministro a exministro
La Comisión de Crédito Público no fue la única que llevó del bulto durante la entrega de este balance, puesto que el Ministro de Hacienda, además de salirle al paso a lo que calificó como “críticas castastrofistas”, que según él han sido replicadas por los medios de comunicación, aprovechó para arremeter contra uno de sus mayores críticos, el rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.
Bonilla cuestionó la afirmación de Restrepo sobre que dejó resuelto el problema del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles y le dijo que si realmente lo había resuelto, no se entendería por qué el problema persiste y requiere atención, tal y como se ha visto durante los últimos meses.
“Dice además que el Gobierno está obligado a hacer recorte del gasto. ¿Qué gasto quiere que recorte el ministro Restrepo? ¿El que usted nos dejó teniendo que pagar el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles? Sí, yo lo tengo que recortar. Pero cerrando la brecha. Por ahora lo tengo que pagar del presupuesto y se está pagando”, aseveró.
Cabe resaltar que esta crítica ha sido atendida en varias ocasiones por el exministro José Manuel Restrepo, quien manifiesta que el problema no fue el subsidio en sí, sino que se hubieran congelado los precios de la gasolina, tal y como se ordenó al comienzo de la administración de Gustavo Petro.