En una nueva revisión de las proyecciones económicas del país y los desafíos que vienen para el tercer trimestre de este año, el banco estadounidense JP Morgan aseguró que el ritmo de crecimiento y demás indicadores, aunque lentos, están encauzados y avanzan en la dirección correcta.
No obstante, se refirió a la posibilidad de una asamblea constituyente, que si bien parece descartada para el Gobierno, a este organismo le sigue preocupando.
Según esta institución bancaria, la actualidad nacional tiene en el centro la política monetaria y el avance de las tasas de interés, punto en el que destacó que hay hitos en una batalla que todavía no se gana, como demuestran las posiciones encontradas frente a qué debe hacer en el futuro el Banco de la República.
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Analizando a fondo este punto, JP Morgan arranca recordando que en la pasada reunión de la Junta Directiva del Emisor, cinco directores votaron por reducir la tasa de interés en 50 puntos básicos, mientras que dos votaron por un recorte más agresivo de 75 puntos, lo cual para ellos es evidencia de las discrepancias que persisten en el mercado.
“Este consenso reconoce que han surgido condiciones favorables para continuar moviendo la política monetaria hacia una postura menos contractiva, basándose en la tendencia decreciente tanto de la inflación general como de la inflación subyacente y sus expectativas, el moderado ritmo de crecimiento económico, la significativa reducción del déficit de cuenta corriente, y la perspectiva de un posible alivio de las condiciones financieras globales”, indicaron.
El análisis agrega que es fundamental la importancia de mantener la prudencia en el proceso de recorte de tasas de interés, dados los riesgos persistentes para el comportamiento de la inflación, especialmente en renglones como la evolución de los precios de los alimentos, el costo fiscal insostenible de seguir postergando aumentos en ciertos precios regulados (diésel), la rigidez a la baja de la inflación en algunos servicios, y las posibles presiones cambiarias en medio de la volatilidad externa.
Así las cosas, coincidió con el Banco de la República en que no puede quitar la atención a factores como que “la inflación de servicios sigue siendo alta, alrededor del 8,0%, debido a la rigidez de importantes rubros como los alquileres y las comidas fuera de casa”, al tiempo que “no se puede dar por sentado la ausencia de presiones cambiarias en un entorno de alta incertidumbre externa y volatilidad en los precios del petróleo”.
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Crecimiento económico
JP Morgan también pasó lista a las proyecciones de inflación y sostuvo que espera que el dato subyacente disminuya y se sitúe en 5% interanual para fin de año, aunque enfrentando riesgos al alza, especialmente en el sector de alquileres. Así mismo, agregó que la inflación general se proyecta en 5,7% anual, ligeramente por encima de estimaciones previas, con incertidumbres especialmente en los precios de alimentos y artículos regulados.
“Dadas estas proyecciones, que tienen un alto grado de incertidumbre, particularmente las de alimentos y artículos regulados, el Índice de Precios al Consumidor general ahora se proyecta 20 puntos básicos por encima de la estimación de abril. La revisión al alza para 2024 implica una mayor inflación para el próximo año vía indexación de algunos grupos del IPC. Sin embargo, el staff considera que los efectos acumulativos de la política monetaria, junto con una brecha del producto, que se estima será más negativa para el próximo año”, argumentaron.
Por otra parte, en el capítulo relacionado con el PIB, manifestó que el crecimiento económico sigue lento y en los meses que vienen estará sujeto a incertidumbres tanto externas como internas, incluyendo la respuesta de la demanda interna y las reformas presentadas al Congreso.
“El Staff ahora proyecta un crecimiento económico para 2024 del 1,8% anual, superior al crecimiento proyectado en abril (1,4%). Para el resto de 2024 y hacia 2025, los niveles de actividad económica continuarían recuperándose, en un entorno de condiciones de financiamiento externo gradualmente más favorables y una política monetaria menos restrictiva a lo largo del horizonte de previsión”, explicaron.
JP Morgan también indicó que se “mantuvo la senda esperada de la tasa de interés de la Fed, con dos recortes para lo que queda del año y cuatro más en 2025. Además, la trayectoria de la prima de riesgo mantiene una tendencia al alza en medio de alta incertidumbre sobre el futuro de las cuentas fiscales del país y un nivel de deuda pública que aumentaría en el horizonte de previsión”.
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Todo esto, si bien es una noticia positiva, de acuerdo con estos analistas, estará sujeto a factores externos (tensiones políticas globales y política monetaria en países avanzados) e internos (incertidumbre sobre la evolución e impacto de las reformas presentadas al Congreso y la respuesta de la demanda interna a las condiciones financieras locales y los recortes de gasto público anunciados).
Constituyente y Emisor
En su último apartado, centrado en los desafíos urgentes, este banco sostuvo que lo más importante en este momento para Colombia será mantener la estabilidad macroeconómica, fortalecer la confianza de los inversionistas y poner a andar un plan de reactivación que se centre en inyectar recursos en aquellos sectores productivos que siguen en rojo.
De esta forma manifestaron que además de la incertidumbre predominante en torno a la economía global, hay dos factores de riesgo, empezando por “los posibles cambios en la Junta del BanRep que se avecinan en febrero y las percepciones del mercado asociadas a posibles cambios en la función de reacción”.
“Una función de reacción más heterodoxa frente a los riesgos fiscales prevalecientes podría exacerbar las presiones a la baja sobre la moneda local, contrarrestando el efecto deseado de tasas más bajas”, alertaron.
En segundo lugar, argumentaron que el riesgo de una mayor incertidumbre crecerá “si el gobierno decide avanzar con la convocatoria a una asamblea constituyente, lo que podría derivar en un escenario similar al que vivió Chile en los años 2020 a 2022”.
Frente a esto último, se debe destacar que el mismo Gobierno ha salido a decir que la constituyente es una idea descartada, ya que los tiempos para su ejecución no alcanzan y en este momento centrarán sus esfuerzos en otros frentes, como las reformas sociales, especialmente las de salud y laboral, que ya se encuentran en el Congreso.