La creciente participación de menores de edad en delitos graves, como homicidios y actividades relacionadas con el microtráfico, ha encendido las alarmas en el departamento del Quindío. El caso más reciente ocurrió en el municipio de Montenegro, donde un joven de 16 años se vio implicado en actos delictivos, reflejando una preocupante realidad social.
El coronel Luis Fernando Atuesta, comandante de la Policía Quindío, expresó su preocupación: “Es un tema que nos llama la atención. Son muchos los menores que están inmersos en delitos graves, principalmente homicidios. Ellos saben que cuentan con ciertas ventajas legales que les permiten actuar con menos temor, pero también enfrentamos una realidad social histórica que no podemos desconocer”.
El coronel destacó cómo el microtráfico y el sicariato se han convertido en una opción de vida para algunos jóvenes, llegando incluso a ser tolerados en ciertos entornos familiares como una fuente económica. “No podemos permitir que esta situación se normalice. Es fundamental trabajar con las autoridades y las comunidades para ofrecer mejores oportunidades a estos jóvenes, alejándolos de la violencia y las drogas”, afirmó Atuesta.
La Policía del Quindío ha reiterado la importancia de un enfoque integral que involucre a las autoridades, las familias y las instituciones educativas para prevenir que más menores caigan en el camino de la delincuencia. Iniciativas comunitarias y programas sociales serán clave para brindar alternativas reales que rompan el círculo vicioso que atrapa a muchos jóvenes en la región.
El llamado es urgente: el futuro de los menores del Quindío no puede estar marcado por la violencia y el crimen.