Las alarmantes cifras equivalen a 740 millones de toneladas de oxígeno, esencial para las futuras generaciones. El último bosque que conecta los Andes con la Amazonía, empieza en el Tolima y es crucial para el ecosistema regional y global.
William Leyton, director de la Asociación Último Bosque, ha revelado preocupantes cifras sobre la deforestación en el Tolima, destacando la pérdida de 5,821 hectáreas de bosque entre 2016 y 2023. Durante una intervención en el segundo debate de aprobación del Plan de Desarrollo del Tolima, Leyton explicó la crítica situación y la importancia del último bosque que une los Andes con la Amazonía, cuyo epicentro se encuentra en el Tolima.
«Nuestro proceso, llamado Último Bosque, representa el último bosque que une los Andes con el Amazonas. Este bosque nace aquí en el Tolima y tiene una conexión única con los bosques de la Amazonía», explicó Leyton.
Según datos de la plataforma global de deforestación, el departamento del Tolima hasta el 2002 perdió el 84% de sus bosques primarios y el 49% de la cobertura vegetal. Esta pérdida equivale a 740 millones de toneladas de oxígeno, esencial para las futuras generaciones.
Leyton señaló que entre 2016 y 2023, Colombia perdió 1.7 millones de hectáreas de bosque, con 5,821 hectáreas correspondientes al Oriente del Tolima. «El parque regional Galilea, que abarca 33,000 hectáreas, ha visto una significativa deforestación, con municipios como Cunday, Villarrica y Dolores presentando las cifras más altas», afirmó.
La Asociación Último Bosque ha identificado que el extensionismo agropecuario tradicional es un factor clave en esta pérdida. Las prácticas agrícolas convencionales han llevado a la deforestación masiva, impactando negativamente la sostenibilidad del aire y del agua. «Nosotros, desde la comunidad, hemos empezado a establecer una estrategia para recuperar el vínculo de las personas con el bosque», destacó el director.
La asociación ha trabajado durante cuatro años en el territorio, visitando veredas desde Dolores hasta Icononzo, educando a las comunidades sobre la importancia del bosque. «Este bosque no es solo un bosque cualquiera, es un bosque sobreviviente del conflicto armado. La gente del Oriente del Tolima les debe la vida a estos bosques», recordó Leyton, quien también vivió en Icononzo y tuvo que huir debido al conflicto armado.
Para William, la única forma de proteger estos bosques es a través del fortalecimiento comunitario, la protección ambiental y el desarrollo económico sostenible. «Debemos cambiar nuestras estrategias y trabajar con la naturaleza para asegurar un futuro mejor para nuestras comunidades y nuestro planeta», concluyó.