“Lo perdimos todo y no queremos volver por el temor que tenemos”, esa es la afirmación que hacen la mayoría de las 15 familias que se encuentran albergadas en el Centro de Vida del Adulto Mayor de Puerto Escondido, tras el movimiento de tierra ocurrido el pasado 24 de mayo.
De las familias afectadas, a tres se les desplomaron sus inmuebles en la vereda Cerro Santa Cruz, mientras que otras edificaciones sufrieron grandes grietas.
Ante estos escenarios, la población afectada pide al Gobierno Nacional que a través del Ministerio de Vivienda hagan el estudio para la asignación de hogares, donde puedan vivir dignamente.
A pesar de que en el albergue reciben alimentación y atención en salud, alegan que no es suficiente, pues la mayoría de las personas ‘cabezas de hogar’ no están trabando. El campo es la mayoría fuente de trabajo y todo está paralizado.
Los enceres que están en el albergue son los de las familias que en medio de sus desesperos pudieron recoger pocas pertenencias.
Esperan mayor atención por parte de los diferentes niveles de gobierno, a quienes le piden acelerar los procesos para saber cuál será el destino que tendrán estás familias.
Expertos del Servicio Geológico Colombiano ya están en terreno realizando los estudios para determinar a ciencia cierta lo que ocurre en el municipio del departamento ganadero.
