La contienda presidencial ha puesto en el centro del debate los cambios que requiere el sistema económico en temas como impuestos, pensiones, mercado laboral, entre otros. Y los candidatos ya hablan de las diferentes reformas que pondrían sobre la mesa: una nueva tributaria, un vuelco al sistema de pensiones y cambios en la política exterior, como algunos de los temas de la agenda.
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Sin embargo, desde la academia, se hizo un llamado para no dejar de lado insumos que han analizado las necesidades estructurales del sistema colombiano, e incluso se señala que han sido muy pocos los cambios tras estos estudios. Desde la facultad de Economía de la Universidad de los Andes se revisaron ocho misiones de expertos y comisiones especiales realizadas en la última década, y se sugieren como un punto de partida que deberían tomar los candidatos para empezar a transitar hacia reformas estructurales.
LAS MISIONES
Hace diez años, por ejemplo, se presentaron los resultados de la Misión de equidad y movilidad social del año 2012. Allí, según destaca el documento de la Facultad, aparecen acciones concretas encaminadas a fortalecer la política pública en siete frentes: primera infancia, calidad de la educación básica y media, formación para el trabajo, evaluación y planeación del gasto público social, equidad y diversidad, inequidad regional, y acceso y uso de la tierra rural.
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En 2015 llegó la Misión para la transformación del campo, con un análisis en torno a los conflictos en el uso de la tierra, la alta concentración e informalidad en este ámbito, además del uso inapropiado del suelo y la baja protección y regulación de recursos naturales.
En el entorno fiscal se cuenta la Comisión del gasto y la inversión pública de 2017, la Comisión del estudio del sistema tributario territorial de 2021 y la Comisión de expertos en beneficios tributarios de 2021.
La primera, según destacan los autores de la ‘Nota Macroeconómica’ se enfocó en temas como el presupuesto, el empleo público, el sistema de compras y tributación pública. También en los litigios contra el Estado, y el gasto público en áreas como salud, pensiones, educación y subsidios.
La segunda se enfocó más en la descentralización del recaudo y los impuestos locales y regionales, y cómo se podría optimizar este gestión, mientras que la tercera profundizó en elementos que desincentivan al empresariado, en los problemas fiscales, y la necesidad de una reforma estructural.
Otra gran comisión que se revisó fue la Misión de Sabios de 2019, la cual presentó recomendaciones áreas como el medio ambiente, la tecnología, educación, productividad, competitividad, oportunidades, y en torno a la equidad.
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Entre las misiones más recientes está también la Misión de internacionalización del año pasado, que ubica como los principales desafíos del país en esta materia la brecha tecnológica y la baja participación en las cadenas globales de valor. Y aparece también la Misión de empleo que entregó sus conclusiones este año, que emitió un diagnóstico de las principales fallas del sistema laboral colombiano, desde su modelo de seguridad social, los salarios y los niveles de formalidad, y aboga por una reforma estructural.
Para Andrés Álvarez, docente de la facultad de Economía de los Andes y uno de los autores de la publicación ‘No hay que empezar de cero’, y asegura que cada misión “está conectada con las otras misiones. Todas se conectan entre sí, la misión de internacionalización apunta a una mejora en la productividad, la misión tributaria va a ser fundamental para el nuevo pacto social que se necesitaría para cambiar las reglas del juego de la seguridad social, y todas las misiones tienen algo que ver entre ellas”, explica el académico.
Así mismo, otro de los autores del documento, el docente Hernando Zuleta, asegura que “para que este nuevo contrato social sea posible se requiere una serie de reformas, no obstante, estas no serán legítimas, ni serán posibles, a menos que haya una serie de consensos suficientemente amplios y por eso es imprescindible que todos los candidatos planteen con claridad y un alto nivel de detalle todas sus propuestas. La invitación es a que se discutan estos problemas generales del país y cómo los va a abordar cada candidato”.
LA IMPLEMENTACIÓN
Sin embargo, el balance frente a la acogida de misiones y su nivel de implementación no ha sido bueno. Frente a qué tanto se han acogido las recomendaciones de los expertos en nuestro sistema “la respuesta es: ¡Muy poco!”, cuestiona Álvarez.
“En general, ha habido incluso poca discusión en el debate público. En la prensa se mencionan en su momento, pero ningún político las retoma seriamente. Tal vez en esta campaña salieron un par de cosas pero desarticuladas. Alejandro Gaviria fue miembro de la misión de equidad y movilidad social, y por esto sacaba algunas ideas de ahí, pero no mucho más”, dice.
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Sin embargo, el economista asegura que la que tuvo una intención de acogerse más directamente fue la misión tributaria de la Ocde. “Al menos en el papel, era parte de la inspiración de la reforma tributaria fallida de Carrasquilla”, pero asegura que incluso algunos mensajes importantes de esa misión no se incluyeron.
El documento reconoce, sin embargo, que hay dos elementos que dificultan la aprobación de reformas: grupos de interés con poder de afectar decisiones de política pública, y las frágiles condiciones económicas que tiene nuestro país, lo que “acrecienta la crisis de confianza entre grupos políticos, organizaciones sociales, y la ciudadanía”.
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LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
Periodista Portafolio