Visite la fuente original de la Noticia
La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) ha introducido una evolución significativa en la gestión de transacciones comerciales con la implementación de la factura electrónica. Este sistema, que sustituye a la factura tradicional, ofrece la ventaja de generar, validar, expedir, recibir, rechazar y conservar documentos de manera electrónica, promoviendo así una mayor eficiencia en el proceso. Esencialmente, la factura electrónica se convierte en el soporte clave para las transacciones de venta de bienes y servicios.
Le puede interesar: Investigación de la Procuraduría sobre presuntas irregularidades en obras para la reconstrucción de Mocoa
Desde el 1 de junio, la normativa establece que todos los comercios en Colombia, incluyendo tiendas de barrio y restaurantes, así como aquellos declarantes de impuesto sobre la renta que no sean considerados grandes contribuyentes, deben adoptar la facturación electrónica. Sin embargo, la nueva normativa no erradica completamente el uso del papel, ya que habrá circunstancias específicas que requieran documentación física conforme a reglamentaciones particulares.
El sistema de facturación electrónica, disponible de manera gratuita, simplifica el cumplimiento de esta obligación para empresarios y responsables. Para su implementación se requieren los siguientes elementos:
1. Estar registrado en el Registro Único Tributario (RUT).
2. Contar con un software de facturación electrónica.
3. Tener un certificado de firma digital.
Entre los múltiples beneficios que la facturación electrónica ofrece, destacan la automatización de procesos manuales, la posibilidad de devoluciones automáticas, la reducción de costos, la optimización en la gestión de documentos, mejora en las relaciones entre clientes y proveedores, mayor seguridad y facilidad en el intercambio de documentos.
Las personas naturales obligadas a utilizar la facturación electrónica, según la Dian, incluyen:
– Aquellas que vendan bienes y/o servicios y tengan ingresos brutos superiores a 3.500 UVT.
– Contratistas del Estado con ingresos brutos superiores a 4.000 UVT.
– Personas naturales, excluyendo minoristas, artesanos, agricultores y ganaderos con ingresos inferiores a 3.500 UVT, pero que operen más de un establecimiento de comercio, explotación de intangibles, usuarios aduaneros o manejen consignaciones e inversiones superiores a 3.500 UVT.
También deben adoptar esta medida las personas jurídicas que vendan bienes y/o servicios, y los contribuyentes que han optado por el Régimen Simple de Tributación (RST).
En caso de no cumplir con la obligación de facturación electrónica, la Dian ha establecido sanciones severas, que pueden incluir multas significativas y afectar la operatividad de las empresas. Por lo tanto, es crucial que todos los comerciantes en Colombia se adapten a este nuevo sistema.
Aunque aún existen individuos que prefieren la facturación tradicional, esta elección no es viable bajo la nueva normativa. La transición a la facturación electrónica es mandatoria y representa un desafío para garantizar que todos los sectores comerciales cuenten con los recursos necesarios para cumplir con las regulaciones establecidas.
Le recomendamos leer: Alcaldía William García: Autoridades presentan balance semestral en materia de seguridad
