El Gobierno del Quindío sigue de cerca el debate en el Congreso de la República sobre un proyecto de ley que busca gravar los vapers y cigarrillos electrónicos, en un intento por ampliar la base del Impuesto al Consumo y mitigar el déficit fiscal que enfrentan los departamentos. Esta propuesta, impulsada por la Federación Nacional de Departamentos (FND), plantea incluir estos dispositivos dentro de los productos sujetos a tributación, cuya recaudación financia sectores clave como la salud, la educación y el deporte.
Carlos Alberto Sierra Neira, secretario departamental de Hacienda y Finanzas Públicas, destacó la relevancia de esta medida, señalando que los ingresos derivados del cigarrillo tradicional, que solían ser una de las principales fuentes rentísticas, han disminuido significativamente debido al cambio en los patrones de consumo. “A la fecha, en el Quindío apenas hemos alcanzado el 34% de la meta proyectada de recaudo por este concepto, lo que representa un desafío para nuestras finanzas,” afirmó.
El auge en el uso de vapers y cigarrillos electrónicos, especialmente entre los jóvenes y menores de edad, ha generado no solo un vacío fiscal, sino también preocupaciones en materia de salud pública. Actualmente, no existe regulación específica para estos dispositivos, lo que incrementa el impacto negativo en las finanzas territoriales y en los sistemas de salud.
La posible aprobación de esta ley representaría una doble ventaja: compensar las pérdidas en el recaudo departamental y establecer una herramienta para abordar los riesgos asociados al consumo de estos productos.