DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Hernán Galindo
El Congreso de la República aprobó el proyecto de ley que busca reducir de 48 a 42 las horas laborales a la semana. Ese proceso se hará gradualmente en los próximos 5 años, lo que quiere decir que hasta el 2026 se implementaría como tal la reducción total de 6 horas.
A la espera de que esto ocurra hay varias dudas que rondan a la ciudadanía en torno a lo que sería la reducción de la jornada de trabajo. La mayoría de ellas están relacionadas con temas de pagos, derechos adquiridos y seguridad social, según lo encontrado por Diario del Huila, que preguntó en las calles a trabajadores neivanos.
Pero, también hay varios aspectos que se deben resalta, manifiestan ciudadanos abordados para conocer qué opinan del debate, generado por la iniciativa que fue presentada por Álvaro Uribe, cuando era senador.
A favor y en contra
Por un lado, dicen, está el efecto en la productividad de las empresas con mecanismos de turnos y jornadas laborales operativas, manifiestan Drigelio Trujillo, abogado de la Oficina del Trabajo, y su colega Francisco Jiménez, quienes aseguran conocer el tema.
También se ve con gran preocupación el impacto que pueda traer en las pequeñas y medianas empresas, que son en la gran mayoría las que funcionan en Neiva, además, en pleno estado de supervivencia como consecuencia de la pandemia y los cerramientos.
“Nos preocupa especialmente en sectores como alimentos, hotelería y turismo, recreación, comercio y servicios, que son los mayores empleadores de la ciudad”, dijo Virgilio Suárez, dueño de un bar en la avenida La Toma.
“Pueda implicar el incremento de nuevas contrataciones y al final traer como consecuencia un cierre permanente de estos negocios por la falta de recursos para cubrir el nuevo costo de la nómina”, agregó.
“Por otro lado, vale la pena resaltar que la ley trae en su articulado el tope de la jornada laboral para los adolescentes de manera muy clara y expresa, que, aunque ya se encontraba regulada en la norma anterior, consideró que fue acertado integrar este aspecto a esta nueva normatividad, ya que vale la pena resaltar que en aras de la protección de este grupo poblacional no haya dudas sobre el tope de 40 horas permitidas”, dijo el abogado Trujillo.
Tendrá efectos contrastantes de acuerdo con lo señalado por analistas, ya que si bien fue ofrecida como una opción para generar empleo, se teme que el efecto será totalmente contrario, con menos empleos dignos y más informalidad, señaló el economista Carlos Yepes.
“La realidad es que al tener que pagar lo mismo a quienes trabajarán menos va a afectar a las empresas, las cuales vienen ya golpeadas en sus finanzas por la pandemia y por el paro reciente”, agregó el ex asesor de la Gobernación del Huila.
Más tiempo para la familia
Por su parte, también hubo satisfacción en personas consultadas, como Alirio Monje, pensionado de Telecom, que encontramos en el Parque Santander:
“Suena muy bien que se haya tomado una decisión como esta, porque eso implica que los trabajadores puedan teóricamente pasar más tiempo con sus familias. Lástima que no se haya dado antes, cuando yo trabajaba, señala el hombre de 75 años.
El problema es que eso solo ocurrirá así para quienes puedan conservar sus trabajos, mientras que para quienes los pierdan la percepción será contraria, al tener que estar en casa cuando quisieran estar una buena cantidad de horas diarias en un trabajo, opina Ferney Segura, pensionado del magisterio, que lo acompaña.
“Recortar la jornada laboral, para ubicarla cerca de las 40 horas semanales, el momento no parece el adecuado para dar ese paso en nuestro país, menos cuando el desempleo está disparado y la posibilidad de recuperar los puestos de trabajo perdidos no se observa cercana”, opina Ricardo Vivas, egresado del Sena en busca de empleo hace dos años.
Y afirma convencido no estar de acuerdo porque, explica, más parece una decisión populista en la que los congresistas tienen la mirada puesta en las elecciones del próximo año, y no parece importar que esta idea sea solo una falacia que le saldrá costosa al país.
“Tenemos condiciones laborales que no permiten que realmente seamos competitivos a nivel internacional y seguramente esto va a producir un desplazamiento hacia la informalidad, o que no se haya creación de nuevos empleos”.
“Es verdad que en otros países se ha ido reduciendo la jornada, pero se ha hecho de la mano de incentivos para las empresas para que puedan generar más trabajo. En Colombia nos quedamos sin esos incentivos y con más carga para las empresas”, manifiesta Jairo Montes de una piscícola, a la entrada del Banco Davivienda, en el microcentro de la ciudad.
Hay una serie de beneficios y es justo que se generen esta serie estas compensaciones a los trabajadores, creo que esta es una medida que le ayuda a Colombia mientras más legitimidad social haya para las empresas, opina Nubia Soto, sicóloga de una empresa de construcción.
Está demostrado que proyectos parecidos en otros países no han generado el empleo que se pretendía. La estructura empresarial está desgastada: se han agotado todos los esfuerzos para preservar el empleo, dijo Rosmery Quintero, de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.
Una de las preguntas o dudas de algunos entrevistados es ¿si se verá afectado el salario de los trabajadores con la reducción laboral? La respuesta la dio el abogado Trujillo:
“No. Los salarios no se reducirán y se respetarán los derechos adquiridos en los contratos de trabajo vigentes. El proyecto de ley es expreso al explicar que la disminución de la jornada laboral no impactará, afectará o reducirá el valor del salario devengado ni las prestaciones sociales derivadas del mismo”.
Opina la comunidad
Marco Chambo, obrero de la construcción: “El cambio de la jornada laboral va en el sentido totalmente justo a lo que debería. Ojalá se cumpla y no sea un nuevo engaño para el pueblo.
Zoilo Soto, empleador: “Estoy seguro que las empresas no aguantan más. Muchas personas se irán a la calle”.
Irney Montealegre, cajera de un almacén de cadena: “Se van a generar más empleos porque las empresas van a necesitar más empleados. Ojalá no sea lo contrario, me da miedo por mi empleo y mi familia. Soy mujer cabeza de hogar”.
Luis Parra, estudiante de derecho de la Usco: “No es nada nuevo. Ya se sabía que había abuso al trabajador asalariado. Se sabe que en los países donde se trabaja más horas a la semana son: Colombia, Turquía, México, Costa Rica, Sudáfrica y Chile”..