La reforma de la salud continúa siendo uno de los eventos más importantes de la legislatura de este semestre, pero que además sigue consolidándose como una de las mayores preocupaciones para los actores del sistema, por cuenta de que el articulado parece no resolver los problemas estructurales que están afectando principalmente a los pacientes.
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En medio del aumento del pulso en el debate, que se continúa discutiendo en plenaria de la Cámara de Cámara en sesiones extraordinarias, un concepto de la Unidad Coordinadora de Asistencia Técnica Legislativa del Congreso, indica que este proyecto de ley debió tramitarse como una ley estatutaria, más no como una ley ordinaria.
En detalle, el documento menciona que la reforma regula aspectos esenciales del derecho fundamental para la salud, por lo que los puntos que impactan, deberían tener el tratamiento especial que implica la legislatura estatutaria.
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“En conclusión, el proyecto de ley 312 de 2024 Cámara ‘Por medio del cual se transforma el Sistema de Salud y se dictan otras disposiciones’ obliga el carácter de ley estatutaria, en la medida que regula de forma integral, estructural y completa la prestación del derecho fundamental a la salud en todas las personas”, explica el documento.
Ahora bien, esto tendría unos efectos inmediatos en el debate del articulado. De acuerdo con el director de Así Vamos en Salud y ex ministro de la cartera, Augusto Galán, un levante por ley estatutaria implica volver al punto cero ante el Congreso, porque tendrían que tramitar la reforma por la Comisión Primera.
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“Eso también implicaría reconocer que esta reforma está causando modificaciones con el derecho fundamental a la salud y por ende cambios de índole constitucional”, indicó.
Uno de los sentimientos que han tenido los actores de la salud sobre la discusión del articulado radica en el “afán” que tiene el Gobierno por que se apruebe este proyecto. Si bien, se tendrá que definir el futuro entre hoy y mañana, para Galán, puntualmente en esta discusión se han identificado una serie de contradicciones por parte del Gobierno.
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Según menciona, el propio ministro de Salud Guillermo Jaramillo explicó que este articulado sufrió una serie de modificaciones y cambios, frente a la hundida en Senado en la legislatura pasada, por lo que en su opinión, esa es una de las razón por las que el documento debería ser debatido con mayor análisis.
“Es importante ver cuáles son las implicaciones y si realmente son cambios de fondo. Para eso los parlamentarios necesitan tiempo. Hay una precipitud que es totalmente de índole política y en ese sentido, lo contradictorio es que dicho lo anterior, el Gobierno también ha señalado que esta es una reforma que ya ha sido discutida”, expresó.
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Adicionalmente, señaló que este ha sido uno de los argumentos para decir que esta reforma no necesita de “tanto” debate, por lo que ya ha sido discutida por más de un año. Aunque, “de ser así, esto querría decir que se mantiene la reforma anterior que fue archivada en abril pasado”, opinó.
Otro de los puntos a explicar es el papel de la Corte Constitucional en el marco de la discusión. Respecto a esto, el exministro manifestó que este órgano está expectante de las decisiones que se tomen en el Congreso de la República y estará pendiente de si alguna de estas tiene o no implicaciones constitucionales.
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“La Corte no se pronunciará antes de que haya una aprobación de la ley en el Congreso de la República. Una vez tomada la decisión entrará a evaluar si hubo vicios de trámite constitucionales, que podría hacer que la declare inexequible, es decir, anularla, total o parcialmente”, informó.
Cabe señalar que los diferentes actores, entre ellos la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC) han pedido abiertamente que se suspenda el debate de la reforma por lo que queda del año, y en su lugar, abrir mesas técnicas para que los parlamentarios estén enterados “no solo de las falencias que trae el proyecto, sino para que los mismos congresistas nutran de posibles propuestas el debate”.
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Plenaria de la Cámara
Si bien hasta este momento, solo se han votado proposiciones y otras disposiciones en la plenaria de la Cámara, más no el proyecto como tal, diferentes congresistas han expresado su preocupación sobre el articulado.
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Específicamente, el desfinanciamiento del sistema, la desmejora en la atención y la pausa en los servicios, son las dudas claves dentro de la discusión. Luis Miguel López, representante por el partido Conservador, resaltó que antes de reformar el sistema de salud, lo urgente es garantizar la atención de los colombianos.
“Hay miles de vidas en riesgo que no se pueden desamparar por un salto al vacío con nombre de “Reforma”. ¿Qué pasa con las EPS intervenidas? Los indicadores desmejoran, la atención empeora y no tenemos respuesta del Ministerio de Hacienda sobre el presupuesto del próximo año del sistema de salud”, dijo.
Así mismo, el tema de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) ha sido otro de los motivos de debate. En esto, congresistas como Jennifer Pedraza, destacaron que el sistema está desfinanciado y esta reforma de la salud es “peor”, pues se le va a dar hasta $6,5 billones por año a las EPS, por hacer menos, al tiempo que a la Adres se le asignan más tareas y no se aumenta el presupuesto, “se mantiene el negocio de la salud”, denunció.
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También, respecto a la UPC la Andi analizó de cuánto debería ser el crecimiento en la vigencia 2025 para empezar a estabilizar la operación corriente del sistema y se estimó en al menos un incremento del 16,5%. “De no incrementar la UPC a niveles suficientes, lo más posible es que ocurra una crisis de salud en términos de atención y operación del sistema«, indicaron.
Ahora el resto del proyecto será discutido en el mes de febrero del próximo año, ya en la nueva legislatura, según el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca.