Con apoyo de la comunidad e infantes de marina, fue reforzado el muro de contención artesanal en la conocida Boca de Cutimba, sitio por donde desbordó el río Sinú.
El no haber llovido en la zona permitió agilizar los trabajos y consolidar la barricada provisional con la que familias intentan protegerse de los niveles del Sinú.
Las mismas obras se adelantan en otros puntos críticos de la zona que, si bien no se han desbordado ya rebosan o amenazan con la salida del cauce del Sinú.
Mientras tanto, en Sarandelo, donde está la ruptura más grande y grave de la zona, los trabajos de ingeniería son coordinados por personal de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.
Allí hubo necesidad de derribar la casa que estaba justo en frente de la boca.