Luego de un arranque de año bastante modesto, en el que incluso se habló de que las regiones cayeron en un escenario de estancamiento tras lograr una variación del PIB por debajo del 1%; los reportes para el período abril – junio muestran una leve mejoría, aunque dispar, en la que el centro del país sigue siendo el principal motor de desarrollo.
Así lo confirmó el Dane en su Indicador Trimestral de Actividad Económica Departamental (Itaed), actualizado al segundo trimestre del año, según el cual, la mayoría de los territorios lograron un repunte por encima del 2%; liderados una vez más por Bogotá, Valle del Cauca y Antioquia; cada una con un 2,4%; respectivamente.
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De acuerdo con la autoridad estadística, el fin de esta referencia es proporcionar un panorama general de la situación y evolución macroeconómica de los departamentos del país y se construye con base en un conjunto heterogéneo de indicadores que marcan la parada en los departamentos.
“Este indicador permite medir la tendencia económica a lo largo del tiempo, a través de un análisis coherente por medio de los datos de la serie original del valor agregado, generados a partir de la información básica preliminar de las actividades económicas agropecuarias, mineras, industriales, comerciales y de servicios”, explican desde la entidad.
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Visión por regiones
En un vistazo al crecimiento de la economía en los departamentos para el segundo trimestre del 2024, hay que decir que recordar que el caso de Antioquia, su valor agregado tuvo un crecimiento de 6,0% en 2022 y en 2023 tuvo una variación de 0,2%; mientras que durante el primer trimestre de 2024 presentó una variación de 0,1%, comparando con el mismo periodo del año inmediatamente anterior.
“En el segundo trimestre de 2024 (preliminar) el Itaed del departamento de Antioquia, en su serie original, se ubicó en 125,8 lo que representó una variación de 2,4%, registrando 2,0 puntos porcentuales por encima de la variación presentada para el mismo periodo de 2023 y 0,1 puntos por encima del crecimiento nacional del 2024”, manifestaron desde el Dane.
Aunque esta noticia en primera medida es positiva, hay que decir que antes de pandemia, esta región crecía a un ritmo del 4% en promedio y que en el mismo lapso de 2022, en medio de la reactivación tras la crisis del Covid-19; alcanzó máximos por encima del 9%; con lo cual queda claro que siguen los vientos de desaceleración.
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Para el caso de Bogotá, el Dane comenzó destacando que el valor agregado de la ciudad en 2022 presentó una variación de 8,7% y en 2023 registró una variación de 0,6%. De igual forma, para el primer trimestre de 2024 marcó 0,9%, comparando con el mismo periodo del año inmediatamente anterior; siendo el más alto en su momento de todo el país.
“Para el segundo trimestre de 2024, el Itaed en la ciudad de Bogotá, en su serie original se ubicó en 127,2 lo que representó una variación de 2,4%, superior en 2,9 puntos porcentuales a la variación presentada para el mismo periodo de 2023 y 0,1 puntos por encima del crecimiento nacional de 2024”, explicaron.
Comedores comunitarios Bogotá
En este caso, las actividades económicas que más contribuyeron a la dinámica del valor agregado en la capital fueron la administración pública y defensa; educación; actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales y actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras actividades de servicios. También resalta que la Construcción creció 10,4% y contribuyó 0,4 puntos porcentuales a la variación anual.
En tercer lugar, con el Valle del Cauca, las cuentas señalan que entre los meses de abril y junio de este año, el indicador en el departamento del Valle del Cauca, en su serie original se ubicó en 120,2 lo que representó una variación de 2,4%, registrando 2,2 puntos por encima de la variación presentada para el mismo periodo de 2023 y 0,1 puntos por encima del crecimiento nacional de 2024.
Al igual que con Antioquia y Bogotá, actualizaron los datos anteriores e informaron que en 2022, el valor agregado del departamento de Valle del Cauca presentó un crecimiento de 7,0% y en 2023 presentó una variación de 0,2%; mientras que para el primer trimestre de 2024 se presentó una variación de 0,5%, comparando con el mismo periodo del año inmediatamente anterior.
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El Atlántico se rezaga
Aunque la mayoría de los reportes fueron modestamente buenos, hubo uno en la actualización del Dane que destacó porque no logró seguirle el ritmo a los demás e incluso quedó a la mitad de lo alcanzado por otras regiones como Cundinamarca, Santander o el resto del país.
Se trata del Atlántico, cuya variación en el lapso reportado del Itaed se ubicó en 121,1 lo que representó un crecimiento de 1,0%, tras finalizar apenas 0,7 puntos por encima de la variación presentada para el mismo periodo de 2023 y 1,3 puntos por debajo del crecimiento nacional de 2024. Este dato se podría interpretar como un estancamiento si se tiene en cuenta que para el primer trimestre la variación anual había sido de apenas el 0,7%.
“El valor agregado del departamento de Atlántico en 2022 registró un crecimiento de 8,5% y en el 2023 presentó una variación de 0,7%. Para el primer trimestre de 2024, el departamento presentó una variación de 0,7%, comparando con el mismo periodo del año inmediatamente anterior”, dijo el Dane.
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Entre tanto, durante el segundo trimestre de 2024, Cundinamarca registró una variación del Itaed del 2,0%, con un índice de actividad económica de 121,6. Este crecimiento representa una mejora de 2,1 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo en 2023, aunque se encuentra ligeramente por debajo del promedio nacional en 0,3 puntos porcentuales.
En el caso de Santander, el indicador del Dane mostró una variación anual del 2,2%, alcanzando un índice de 116,2. Este crecimiento es superior en 1,6 puntos porcentuales a la variación registrada en el mismo trimestre del año anterior y se ubica tan solo 0,1 puntos porcentuales por debajo del promedio nacional.
Por último, el grupo denominado «Resto del país» experimentó un crecimiento de 2,4%; dejando claro así que hay una mejoría en los resultados, pero aún se mantienen por debajo del 3% que sugieren los expertos.
