Estos proyectos que requieren financiación por parte del Gobierno nacional, están prácticamente paralizados y no hay una fecha para que se puedan ejecutar ambos.
Tras la tragedia del 8 de febrero de 2022 en la avenida del Río (Pereira) y el barrio La Esneda (Dosquebradas), la cual causó la muerte de 17 personas, se estableció la reubicación de las más de 130 familias afectadas en este deslizamiento de tierra.
Meses después y teniendo en cuenta el aporte económico que el Gobierno nacional realizaría, se definió que los damnificados serían reubicados en Cerritos. Para la construcción de las nuevas viviendas y la reubicación, se invertirían $13.500 millones, de los cuales el Estado por medio de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), aportaría $12 mil millones. Los $1500 millones restantes los colocan las Alcaldías de Pereira y Dosquebradas y la Gobernación de Risaralda.
Aunque hasta el momento no se ha dicho que no se vayan a asignar los recursos por parte del Gobierno nacional, tampoco hay claridad de cuándo se estaría efectuando la contratación correspondiente.
En entrevista con El Diario, el alcalde de Pereira, Carlos Alberto Maya López, afirmó que “lamentablemente el tema de las familias de la avenida del Río viene con muchos atrasos, atrasos ajenos a nuestra voluntad, recordemos que el proceso contractual está siendo liderado por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. Esta semana que nos visitó la ministra de Vivienda, en la reunión privada con ella, hicimos las respectivas reclamaciones, la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo lamentablemente, ha cambiado cuatro veces de director y eso ha perjudicado mucho el proceso contractual del inicio de la obra”.
PTAR
Pereira y Dosquebradas tienen una deuda histórica con la principal fuente hídrica de la región, el río Otún. Durante décadas las aguas residuales se han vertido a este afluente sin el respectivo tratamiento, ya que no se cuenta con una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR).
Desde hace varios años se viene hablando de este proyecto, sin embargo varios tropiezos no han permitido que este pueda salir adelante.
Recordar que para la construcción de la PTAR se requiere del aporte económico de diferentes sectores, entre ellos las alcaldías de Pereira y Dosquebradas, la Carder, las empresas Aguas y Aguas y Serviciudad y el Gobierno nacional a través del Ministerio de Vivienda.
En su momento se contaba con la financiación para llevar a ‘buen puerto’ este proyecto, pero la volatilidad de la tasa de cambio y el incremento en los precios de los materiales de construcción, llevó a un replanteamiento del mismo, ya que se requiere más aporte económico de las partes.
“Nuevamente hemos presentado el proyecto y estamos esperando la cofinanciación del Gobierno nacional para lograr ese propósito, de hecho la Ministra de Vivienda en su visita a Pereira se refirió al proyecto con asertividad, pero lamentablemente a la fecha tengo que reconocer que no se ha logrado resolver el acertijo de la financiación del proyecto, toda vez que la tasa de cambio sigue variando hacia abajo y hacia y eso cambia la financiación para la construcción de la PTAR”, acotó el mandatario de la capital risaraldense.
Es preciso señalar que la mayoría de los equipos que se requieren para la operación de la PTAR, deben ser importados a Colombia, por lo que la estabilidad de la tasa de cambio es fundamental para conocer cuánto recurso se necesita para la construcción de la PTAR.
La PTAR es el proyecto ambiental más importante que se ha proyectado en Risaralda, ya que permitiría tratar las aguas residuales de los municipios más poblados del departamento, lo que podría llevar a que vuelva la fauna que abandonó el afluente debido a la contaminación del mismo, así como la flora.
Destacado I
La construcción de la PTAR para Pereira y Dosquebradas quedó incluida en el Plan Nacional de Desarrollo, lo que indica que el actual Gobierno nacional tendría la voluntad de sacar adelante el proyecto, pero quién sabe cuándo.
Destacado II
En el lugar de la tragedia de la Avenida del Río, se construiría un parque en memoria de las víctimas, el cual haría parte del proyecto del Malecón del río Otún.
