Carlos Rafael Chaparro Pinzón, un humilde hombre de 57 años y residente del barrio Las Colinas (Rafael Uribe), fue la víctima de un ataque sicarial perpetrado durante las primeras horas de la noche del miércoles, en los límites de la zona conocida como la ‘Calle del Tango’.
La víctima, un conocido habitante del sector, fue abordada por al menos dos hombres cuando estaba a pocos metros de llegar a su vivienda, ubicada en la Diagonal 32H Sur con Carrera 13A, a las 7:00 p. m., justo después de haber culminado su jornada laboral. En ese momento, la calle se encontraba relativamente transitada.
“Dicen que al señor lo venían siguiendo, pero la verdad, como este barrio es tan inseguro, uno no puede afirmar nada. Aquí es mejor quedarse callado, porque las paredes tienen oídos y uno no sabe quién puede estar pendiente de uno y con qué intenciones. Por eso aquí nadie ve nada ni sabe nada”, informó una fuente anónima a Q’HUBO.
Carlos, quien se ganaba la vida como zapatero, fue abordado en la esquina de unas escaleras que conducen a la parte alta del barrio. Al parecer, uno de los sujetos que lo seguía lo enfrentó de frente.
“La gente dice que se escucharon cuatro disparos y luego vieron al señor tirado en un lote, al lado de las escaleras. Lo raro es que dicen que el señor que falleció solo tenía una herida. De seguro, el sicario erró los otros tiros. Lo único seguro es que los delincuentes que cometieron el crimen escaparon sin dejar rastro”, relató un comerciante de la zona.
A pesar de que varios testigos aseguraron haber escuchado varios disparos, el cuerpo de Chaparro fue hallado con un certero y letal impacto de bala en el pecho, muy cerca del corazón. Los policías que llegaron a la zona momentos después del hecho constataron que el hombre murió segundos después de ser atacado, sin que se pudiera hacer nada para salvar su vida. Posteriormente, agentes del CTI de la Fiscalía realizaron la inspección del cadáver, pero al parecer no se encontraron pistas sobre el autor del crimen.
Q’HUBO pudo conocer, de manera extraoficial, que este asesinato estaría relacionado con un ajuste de cuentas vinculado al consumo de estupefacientes, ya que, al parecer, la víctima debía dinero por el consumo de estas sustancias. Debido a esto, ya había recibido amenazas de muerte por parte de individuos involucrados en el negocio criminal del sector.
“Este barrio es peligroso. Desde la mañana se ven pintas raras, gente tomando en la calle y consumiendo de todo. No más vea, a pocas horas de que mataran a ese señor, a media cuadra de donde pasó esto, hay gente tomando en un carro parqueado en el andén, como si no les importara nada”, informó un residente.
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