La tarde en Santa Marta se despidió con un mágico y soñado atardecer que embelleció la vista de samarios y visitantes en la Bahía más Linda de América.
La tranquilidad del mar, la imponencia de El Morro y los colores anaranjados del cielo, logró desdibujar una pintura de arte que quedará guardada en la mente de los ciudadanos.
Pese a la incertidumbre por la crisis hospitalaria, la naturaleza continúa enamorando a los habitantes con esta obra de arte.
De esta manera, la ciudad le da adiós a este viernes con un paisaje que deleita la vista de residentes y turistas.