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El cálculo sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que realiza el DANE revela que Santa Marta para el 2022 es la segunda ciudad con mayor alza (13,72%) de los últimos doce meses, siendo los alimentos y bebidas no alcohólicas la división de bienes y servicios con precios más elevados, lo que repercute de manera negativa en la capacidad adquisitiva de los hogares samarios.
Santa Marta solamente ha sido superada por Cúcuta (14,09%) en menos de un punto porcentual; y se encuentra tres puntos porcentuales por encima del promedio nacional (10,21%).
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De igual manera, la variación que experimenta el IPC en la ciudad según el DANE (2022) es del 1,29 %, en donde divisiones de gasto como prendas de vestir y calzado (2,70 %); salud (1,98 %), alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (1,78 %), muebles, artículos para el hogar y la conservación ordinaria del hogar (1,39 %) y alimentos y bebidas no alcohólicas (1,39 %) fueron los más contribuyeron a este promedio.
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De acuerdo con Iván Calderón, secretario de Desarrollo Económico de Santa Marta, «la creciente inflación ha afectado a todas las economías del mundo y obedece a políticas económicas nacionales mal manejadas«.
Añade que desde los entes territoriales poco de puede hacer para solucionar esta situación que afecta a los hogares samarios y que también es resultado de la crisis sanitaria generada por el COVID-19.