El problema por las fallas en el servicio de agua potable en las poblaciones del sur del Atlántico se agudiza. Son ya varias los meses en los que no se cuenta con un servicio eficiente, lo que rebosó la paciencia de la comunidad, que protagonizó protesta y cierre de vías el día anterior.
Existen problemas de salud, los colegios en Manatí y Candelaria suspendieron las clases, no están recibiendo a los estudiantes para evitar problemas sanitarios. En otros municipios la queja está direccionada a los problemas económicos de las personas que viven de ventas informales, por lo que este martes se registraron cierres viales en diferentes sectores.
En Luruaco se cerró por varias horas una zona importante de la carretera y en Manatí, la alcaldesa, Yanerys Acuña denunció que no se le había permitido el ingreso a la planta de tratamiento del agua.
Precisamente, el líder social de Manatí, Alejandro Machacón aseguró que hay un engaño por parte de la empresa Aqualia. “Ya estamos cansados con esta situación”, insistió el dirigente comunal.