Solo los mejores soldados quedan de pie cuando pasa la guerra. Y parece que este año las empresas de base tecnológica (startups) tendrán que demostrar de qué están hechas si quieren conservar su lugar en el mercado.
Si hay algo en lo que coinciden los actores de este sector es en que la bonanza inversionista terminó. Las empresas que no puedan sobrevivir con su propia caja no encontrarán con facilidad alguien dispuesto a desembolsarles plata, especialmente porque las altas…