“¡Está vivo, hagan algo!”, fue el grito desesperado de un ciudadano que intentaba auxiliar a un joven a que acababan de balear en el barrio Villa Amalia de la localidad de Engativá.
La multitud que se agolpó en torno al herido, pese a los esfuerzos y las intenciones por prestarle los primeros auxilios, tuvo que presenciar cómo el hombre agonizaba mientras los eternos minutos de espera por un servicio de emergencia pasaban. Finalmente la víctima del ataque sicarial fue trasladada al hospital de Engativá, en donde perdió la vida minutos después de ser ingresado
Los hechos…
Cerca de las 8 de la noche la fila para tomar el alimentador de Villas de granada, a la altura de la Carrera 110 con Calle 72, se extendía rápidamente. Varias personas que esperaban el bus notaron la presencia extraña de una moto que iba y venía como quien busca una dirección.
Los dos hombres a bordo de la moto negra lucían sospechosos, veían al rostro a las personas que esperaban en el paradero. No buscaban una dirección, buscaban a alguien. Uno de los hombres se bajó de la moto mientras el otro vigilaba sus movimientos desde el vehículo.
El parrillero, que se acababa de bajar, estaba a punto de convertirse en sicario: tras un gesto de afirmación de su secuaz, que lo esperaba con la moto prendida, sacó un arma de fuego, al parecer con silenciador, y disparó.
“Escuchamos que dijeron “¡no, parce!” y luego los disparos. El muchacho quedó ahí tendido de una, le pegaron dos en el abdomen y uno en la cabeza. El que disparó se fue caminando hasta el semáforo de la esquina y se subió a la moto que lo estaba esperando y se fueron como si nada, todos quedamos muy impresionados tratando de ayudar al pelao que quedó ahí agonizando”, nos contó un testigo del hecho que intentó ayudar al herido y vio cómo los responsables del asesinato se iban sin dárseles nada. La víctima fue atacada mientras hablaba por celular.
La muchedumbre que se agolpó en torno al herido se encargó de llamar a las autoridades, que, una vez en lugar y tras confirmar el estado crítico en el que se encontraba Sebastián Castiblanco, lo trasladaron de urgencia en la misma patrulla al hospital de Engativá, en donde tras fallidos esfuerzos de reanimación por parte de los facultativos, fue declarado muerto al poco tiempo de llegar. La víctima tenía 28 años.
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Las autoridades investigan qué hay detrás del ataque sicarial en el que Sebastián Castiblanco fue asesinado. Al momento del cierre de esta edición no se conocía una hipótesis sólida sobre lo sucedido la noche el miércoles.
En el lugar hay varias cámaras de seguridad en donde la acción criminal y la posterior ruta de escape que tomaron los sicarios habrían quedado registrados. Este material clave para la investigación está siendo analizada por los investigadores a cargo para esclarecer el crimen.
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