Visite la fuente original de la Noticia
Después de dos años, la comunidad de este municipio está lista para vivir con fervor y devoción la Semana Mayor.
Desde la época colonial en Tenerife, Magdalena se venía efectuando sagradamente la Semana Santa; pero por cuenta de la pandemia tuvo que ser suspendida por dos años, por lo que para este 2022, sus habitantes han preparado con mucho amor lo que será el renacer de su tradicional celebración.
El pueblo se vistió de gala y desde el pasado miércoles de ceniza, comenzaron las vivencias sagradas que han acompañado por años a los tenerifanos. Volvieron los viacrucis, unas cortas procesiones que se efectúan todos los viernes de cuaresma en los diferentes barrios.
Pero solo hasta este 10 abril, con el domingo de Ramos se dio el inicio oficinal de la Semana Mayor, y con ello el reencuentro de las familias, el recibimiento de turistas y la reactivación de la economía.
El alcalde Andrés del Portillo asegura que la Semana Santa de su municipio no es solamente una manifestación de la fe cristiana, sino que también encierra un acervo cultural y por ende hace parte del patrimonio cultural inmaterial de América Latina.
“Es una de las más antigua de Latinoamérica, encierra unos bienes que tienen mucha tradición histórica, como por ejemplo, su santo sepulcro tiene muchos años de existencia, igual al de Mompox, Bolívar”, expresó.
Durante esta época, a Tenerife llegan personas de diferentes lugares tan distantes como Perú, Estados Unidos y Europa, con el fin de conocer y disfrutar de este solemne evento.
Por ser un pueblo culturizado por España, Tenerife asimiló mucho la influencia española, no solo en cuanto al idioma y las costumbres, sino especialmente en el aspecto religioso.
En la época de la colonia este poblado fue visitado por frailes que catequizaban a la gente, la cual se fue apropiando de costumbres y creencias que conserva intacta desde la época de su fundación por parte del capitán Enríquez (1543).
Tenerife es una de las primeras poblaciones fundadas en el Nuevo Reino de Granada, en el sitio donde existía un poblado de nativos Chimila, con el cacique Tapegua a la cabeza.
La tradición
Sin dudan alguna el centro de esta celebración, son las procesiones, las cuales son extensas y en ella participan los nazaneros o cargadores de imágenes, que usan túnicas con capirope o gorro que tapa su rostro. Dependiendo del día la vestimenta es negra, morada o blanca.
El fervor y la ambientación que preparan los tenerifanos, hace que las personas se sientan como si estuvieran participando en un verdadero funeral.
El sepulcro que representa el santo entierro con un cristo moreno, tallado en madera, es una impresionante joya del barroco colonial pesa dos toneladas y es el más grande sepulcro hasta ahora en Colombia.
Otro evento que tiene gran acogida es la procesión del Viernes Santo, que sale a las 8:00 de la noche de la iglesia y regresa solo hasta las 8:00 de la mañana del día siguiente.
“Aquí las procesiones son de amanecidas, son una marcha que sensibiliza el alma de las personas que asisten a esa manifestación cultural”, dijo el Alcalde.
Durante esta semana se respira un olor a incienso y melancolía, pero a la vez de fe y buenas energías.
Con el fin de preservan y mantener viva todas estas tradiciones culturales y religiosas desde el año 2003, se efectúa la Semana Santa infantil.
En esta programación, son los niños los protagonistas de cada acto donde hacen obras teatrales y representaciones de la pasión y muerte de Jesucristo.
Los atractivos
Las únicas edificaciones coloniales que aún están en pie son el cementerio y el templo católico, que es monumento nacional y se encuentra edificado en la cima de una montaña desde donde se aprecia el majestuoso río Magdalena.
“El templo es un bien de interés cultural, fue un fuerte militar construido en la época colonial y debidamente declarado patrimonio nacional”, contó el Andrés del Portillo.
También existen ruinas de un túnel y de los cimientos de la Casa del Perdón, donde los colonizadores españoles les concedían indulto, perdón y olvido a los que se aferraban a sus vigas, argollas y cadenas durante el tiempo de la Inquisición.
En el Museo Casa de la Cultura se conservan algunos artículos de interés precolombino y colonial.
“Toda esa magia en esa infraestructura arquitectónica y todas las riquezas arqueológicas y sociológicas que tiene la Semana Santa de Tenerife, la convierten en uno de los atractivos más importantes de América Latina”, manifestó el Alcalde.
Este municipio también guarda una gran historia, ya que allí el Libertador Simón Bolívar libró la primera batalla en contra de los colonizadores españoles.
Según los historiadore en esta población vivió y murió una de las amantes de Simón Bolívar, la francesa Anne Lenoit, cuyos restos reposan en el cementerio del municipio.
Ello sumado al gran potencial de ecoturismo que tiene el municipio que es una especie de isla, rodeado del río Magdalena y de sus brazos comunicantes con la ciénaga de Sura y El Morro para contemplar de paisajes únicos.
“Muchos turistas llegan para ver la ciénaga y a disfrutar de un buen bocachico en cabrito. En fin hay unas manifestaciones culturales que son un verdadero atractivo y por eso en el municipio, todo mundo se prepara juiciosamente, para hacer de Tenerife el mejor destino cultural a la orilla del río grande de la Magdalena”, finalizó el mandatario de los tenerifanos.