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Beneficiarios de las viviendas de la urbanización Ana Belén se sienten frustrados, algunos engañados, por el tema de servicios públicos domiciliarios.
Aseguran que la energía eléctrica es “satelital” y en pocos días de estar viviendo en las casas ya recibieron las primeras facturas con montos que superan los 300 mil pesos.
A varios usuarios de este servicio les suspendieron a “control remoto” la energía y tal parece la solución es pagar o pagar.
Hay anuncios de protesta para que se facturen tarifas más accesibles al bolsillo de estos beneficiarios de las viviendas, todos ellos de escasos recursos.
Jasir Urueta explica que ese sistema no fue socializado cuando entregaron las viviendas y hoy más de uno de los residentes tiene como se dice popularmente las manos en la cabeza.
El servicio de agua potable también es escaso en la Urbanización Ana Belén y parece que funciona por pocas horas con una motobomba.
Para la mayoría de moradores esta forma de prestar el servicio no da abasto y ya empezaron a padecer por la falta del preciado líquido.
Esa factura no les ha llegado pero aspiran a que no haya otra “sorpresita’ como la que recibieron con las facturas de Aire, sostuvo Yesniet Ariza.
En la urbanización Ana Belén hay otro problema y está relacionado con el servicio de gas natural, la tubería principal literalmente no llega hasta donde están las viviendas.
Aida Santana confirma que tampoco cuentan con este servicio y les toca utilizar estufas eléctricas para cocinar con el temor de aumentar el consumo de la energía eléctrica.
Agregó que llegó a la oficinas de Aire para buscar un rebaja en la factura por tratarse de una comunidad de escasos recursos y le autorizaron cancelar un poco más de 70 mil pesos.
Oh sorpresa! Este pago no se trató de una rebaja, sino de un abono a la deuda que deberá seguir pagando el usuario, más el consumo del próximo mes.
Esperan que el alcalde y los representantes de las empresas de servicios públicos en mención, se reúnan con la comunidad para concertar un “alivio económico”.
