El Departamento de Prosperidad Social (DPS) presentó un balance de su gestión en las acciones de promoción de la inclusión social y productividad de la población pobre y vulnerable del país. Según la entidad, estas ascienden a más de $1,1 billones desde el inicio de este periodo de gobierno, en agosto de 2018, hasta diciembre de 2021.
Dicha inversión corresponde al balance de las acciones que ha realizado la entidad en lo que va del cuatrienio, a través de siete programas: Familias en su Tierra, Iraca, Mi Negocio, ReSA (Red de Seguridad Alimentaria), Manos que Alimentan, Tiendas para la Gente y Emprendimiento Colectivo.
La directora de la entidad, Susana Correa Borrero, destacó esta cifra, y explicó que esta inversión permitió abrir 275.129 cupos de atención, que benefician a personas, hogares u organizaciones, dependiendo del programa.
“A diciembre de 2021 teníamos operaciones finalizadas con una inversión de $768.438 millones. Beneficiaron a 103.629 hogares, 702 organizaciones productivas colectivas y 25.802 personas. Contratamos otras que están en ejecución y tienen un presupuesto cercano a $356.000 millones y representan atención para 144.038 hogares, 930 personas y 28 organizaciones”, explicó Correa.
Entre la población beneficiada por estos programas a cargo de Prosperidad Social, están hogares víctima de desplazamiento, que han sido retornados o reubicados, comunidades indígenas, afrocolombianos habitantes de territorios colectivos y población raizal (como los sanandresanos) y rom (gitanos).
También se ha visto beneficiada por estos programas población rural, población de especial protección constitucional y beneficiarios de fallos judiciales.
Entre los logros que registra el DPS con estos programas está el apoyo, ya sea como acompañamiento, o capitalización, de 116.753 unidades productivas. Allí, la inversión supera los $368.448 millones. Entre las acciones en torno a estos proyectos se tiene la implementación de 211.702 huertas para producir alimentos de autoconsumo, que contaron con recursos por $207.784 millones.
En el aspecto de habitabilidad, por medio del programa Vivir mi Casa, la entidad entregó 64.396 incentivos monetarios para mejoramientos de vivienda, mientras que para realizar proyectos comunitarios, fueron apoyados 25.961 hogares, con recursos por $4.000 millones y como parte del fortalecimiento comunitario, se apoyó la implementación de 1.325 iniciativas, con $25.383 millones.
Los programas Mi Negocio, ReSA-Manos que Alimentan e Iraca acompañaron a 36.220 hogares de pueblos indígenas, afrodescendientes y rom. La inversión superó los $178.744 millones.
BALANCE REGIONAL
Estos programas de inclusión social y productiva operan en los 32 departamentos del país y en el Distrito Capital, y por inversión, Chocó es el que ha tenido la inyección más alta de recursos. Con alrededor de $80.000 millones han sido atendidos 12.950 hogares, 28 organizaciones y 865 personas. Esto sin contar las acciones que están en ejecución. A este le sigue Nariño, con una inversión de poco más de $71.562 millones, con lo que se ha atendido a 9.014 familias, 79 organizaciones y 1.992 personas.
Así mismo, destaca también Antioquia, con más de $65.500 millones, que han permitido que 10.479 hogares, 22 organizaciones y 1.338 personas se beneficien de estos programas. En el caso de Bolívar, los recursos invertidos sin contar las ejecuciones actuales, corresponden a casi $50.000 millones, lo que ha cobijado a una población de 5.691 familias, 2.257 personas y 58 organizaciones. En Cauca, las inversiones han sido de $46.779 millones.
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