Sin la influencia de los factores económicos y políticos colombianos, la Tasa Representativa del Mercado (TRM), el precio oficial del dólar, podría estar unos $300 por debajo.
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Tras seis días de continuas de alzas a niveles record, el dólar del mercado entre bancos bajó, con lo que hoy la TRM se coloca en $4.948,14. El dólar interbancario cerró en $4.975, tras haber abierto operaciones a $4.990, la máxima diaria. El precio mínimo del dólar en el mercado fue de $4.916.
La devaluación del peso es de 24,28% en lo corrido del año y 31,25% en los últimos 12 meses.
Analistas dicen que los cambios a la reforma tributaria y la espera de una nueva decisión de alza de tasas de interés a manos del Banco de la República generaron un clima de menor volatilidad.
Igualmente, se presentó un volumen de negociación por US$1.261 millones, por encima de las sesiones previas. Para Edgar Jiménez, profesor de finanzas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, un 30% de los factores económicos y políticos colombianos podrían haber estado explicando la devaluación de este año de la moneda local frente a un 70% de la coyuntura internacional, dominada por el alza de tasas de interés de la Reserva Federal en Estados Unidos, la inflación global y el conflicto entre Ucrania y Rusia.
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Así, de una devaluación cercana al 25% que desde enero registraba el peso, casi ocho puntos porcentuales serían responsabilidad del factor interno y 17 puntos por fenómenos internacionales.
Bajo esa consideración, según el académico, el precio de la divisa podría estar en torno a los $4.650, cifra que se registró hace dos semanas, una cifra que tampoco es demasiado baja, dijo.
Camilo Pérez, jefe de invstigaciones económicas del Banco de Bogotá considera que “de acuerdo con los estudios para entender el tema excluyendo el tema internacional tenemos que el precio del dólar podría estar entre $250 y $350 pesos por debajo por el factor Colombia, es decir por la incertidumbre y el contexto”.
“Proporcionalmente, la tasa debería estar entre 5% y 7% por debajo sin este contexto local”, aseguró.
Por su parte, Munir Jalil, jefe de Investigaciones Económicas para la Región Andina de BTG Pactual, dice que un elemento importante que juega en contra del peso es el déficit de la cuenta corriente que se “ha venido ampliando y se observa un degeneramiento adicional”.
Y para agregarle a esto dijo, el déficit comercial en agosto también se ha venido ampliando pues las importaciones fueron US$7.300 millones, “cifra que hace lógica la depreciación del peso”.
Además, con un crecimiento de la economía de 8,6% “se necesita tener importaciones pues estas sirven para hacer PIB”.
Dijo que durante parte de este año hubo una relación positiva y no se dio tanta depreciación del peso.
Advirtió que en las últimas dos semanas, desde lo idiosincrático, adentro se generó una mala estrategia de comunicaciones por parte del Gobierno pues dos de cuatro fuerzas se pusieron en duda: los ingresos petroleros, cuando con declaraciones se pone en duda el sector hacia adelante y eso hace mella en los inversionistas extranjeros y los mensajes desafortunados del gobierno, junto con la posibilidad de cobrar impuestos a las inversiones de portafolio, lo que desestimula la compra de papeles. “Si hay en otros países donde no cobran a la salida esos capitales no vienen”, aseguró Jalil.
El analista señala que en las conclusiones de las reuniones del FMI en Washington en días pasados se decía que la confianza hacia Colombia se estaba perdiendo.
Al parecer, de acuerdo con Munir Jalil, esa sensación hizo que se llegara a la conclusión de que se jugara favorablemente hacia Brasil. “No es una persecución de los mercados a gobiernos de izquierda sino al discurso”, señaló.
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