A mediados de septiembre, si nada cambia en las cuentas del Gobierno, se espera que el Ministerio de Hacienda presente la Ley de Financiamiento con la que busca recaudar los $12 billones que le hacen falta para completar los gastos proyectados en el Presupuesto General de la Nación para 2025; mientras organismos como el Carf advierten que el hueco fiscal en este proyecto es mucho más grande.
Según lo dicho por el propio ministro Ricardo Bonilla, esta iniciativa es vital para la estabilidad fiscal del país, puesto que más del 92% del presupuesto del otro año es inflexible, ya sea por los programas y subsidios del Estado o por los Economía de Bogotá crece lento: los retos en pobreza que todavía tiene la capitalcompromisos de deuda que se adquirieron en gobiernos pasados y esto exige buscar recursos adicionales, que es lo que están haciendo con la reforma tributaria.
Lea también: Flexibilizan condiciones en el mercado de gas en busca de precios más eficientes
“Esas inflexibilidades el país va a tener que examinarlas hacia adelante para reducirlas, porque no queda espacio para poder hacer otras cosas y la mayor inflexibilidad es pagar deuda y eso le quita espacio a la inversión, entonces el presupuesto de 2025 tiene un incremento de pago de deuda de $95 billones a $112 billones y una reducción de la inversión de $99 billones a $82 billones, es decir, lo que necesitamos para reactivar la economía es la inversión y es donde menos espacio tenemos”, explicó el funcionario.
No sería suficiente
A la hora de explicar la ley de financiamiento y tras desmentir que vaya a instaurar impuestos como el 5×1000 y reafirmar que hay líneas rojas en los productos exentos del IVA, el Gobierno ha planteado los posibles ejes de este proyecto en dos frentes, comenzando por el impuesto al patrimonio, que si bien es una idea todavía bajo análisis revisa aspectos como ampliar la base gravable y llegar a nuevos espacios que por ahora no se han tocado.
Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Cortesía
“No hay todavía un texto organizado, lo que sí es cierto y lo puedo señalar es que no vamos a ajustar por el lado del IVA de productos exentos y excluidos y tampoco vamos a ajustar por el gravamen de los movimientos financieros”, dijo al respecto el ministro Bonilla.
Otro de los frentes que estudia el Ministerio de Hacienda son las rentas no laborales, es decir todos aquellos rubros que no hacen parte de los ingresos por conceptos de salario o la prestación de servicios personales. Entre estos aparecen los ingresos obtenidos por la prestación de servicios profesionales o técnicos de manera independiente, como consultores, abogados, médicos que trabajan por cuenta propia.
También están los rendimientos financieros como intereses generados por cuentas de ahorro, depósitos a plazo fijo, bonos, dividendos de acciones; el dinero recibido por alquilar bienes inmuebles como casas, apartamentos, oficinas, locales comerciales, o cualquier otra propiedad o las ganancias ocasionales; así como los ingresos generados por la explotación de derechos de autor, patentes, regalías por la venta de libros, música, software, etc.
Para lectura: Economía de Bogotá crece lento: los retos en pobreza que todavía tiene la capital
Para Jairo Higuita, socio de Esguerra JHR, aumentar la tasa efectiva del impuesto sobre la renta a personas físicas no tendrá un impacto significativo en la recaudación, ya que las tarifas actuales ya son altas. Por el contrario, asegura que se podrían explorar más impuestos ambientales, como los impuestos al carbono, para diversificar las fuentes de ingresos.
“El problema no está a través del 4×1.000 o 5×1.000; la propuesta tiene que estar en el IVA, pero evidentemente el Gobierno al no querer tocarla porque pareciera que no es popular, no creo que vaya a lograr el objetivo, pese a que en el Marco Fiscal de Mediano Plazo los beneficios de IVA son más o menos $90 billones, entonces ahí hay mucho que hacer”, explicó Higuita.
Acá hay que decir que fuentes del Gobierno aseguran que esto último es una posibilidad que se está analizando, comenzando por la sobretasa de renta para el carbón que se aprobó en la reforma tributaria de 2022 y que se elevaría en los rangos sobre percentil que rigen actualmente para esta industria.
Recesión económica
FOTO: iStock
Revisar el recaudo
Por otra parte, Camilo Cuervo, Socio de Holland & Knight, argumenta que el principal problema no es la falta de impuestos, sino la capacidad estatal para recaudar debido a la economía bloqueada que viene generando la desaceleración. Así mismo, recordó que la reforma tributaria de 2022, que anticipó recaudos, no está dando los resultados esperados debido a la crisis económica actual.
“El tema no pasa por reformas tributarias sino por reactivación económica y eso lo logró demostrar en el pasado, cuando se salió de la pandemia y la crisis social que esto generó. En ese momento se dieron los mecanismos, se permitió que la gente se reactivara y al final todo se tradujo en un aumento sustancial del recaudo en el 2021, que terminó dando nuevos recursos para la economía”, dijo Cuervo.
En la misma línea opina José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, para quien ni el impuesto al patrimonio ni los relacionados con rentas no laborales serán suficientes para recaudar los $12 billones de pesos que busca el Gobierno Nacional, razón por la cual no considera que se debe depender de esta herramienta.
Más noticias: Corrupción entre las empresas creció 15% hasta junio
“El camino correcto no es presentar una reforma tributaria, es más bien implementar un proyecto de reactivación económica ya, un programa que motive el crecimiento y con ello genere el recaudo. Dos, hay que hacer un esfuerzo de austeridad en gasto público. Ya hay estudios que demuestran que esa austeridad fácilmente podría llegar a entre $15 billones y $17 billones; con eso habría espacio de sobra para manejar las finanzas”, indicó.
Recortar gasto
Cabe destacar que al interior del Congreso de la República hay un grupo de legisladores que están buscando hablar con el Ministerio de Hacienda para que se reduzca el gasto del Presupuesto 2025 en $12 billones y con eso se evite que haya que tramitar la Ley de Financiamiento, en un momento que no es conveniente.
Pesos colombianos
iStock
Por último, para Lisandro Junco, exdirector de la Dian, teniendo en cuenta que si no se toca el IVA no se cumplirán las metas del Gobierno, se debe mirar hacia alternativas como la venta de activos de la SAE y la anticipación de dividendos de empresas del Grupo Bicentenario para acercarse a la meta de recaudo sin necesidad de nuevos impuestos.
“Si usted ve eso, con la SAE, más Grupo Bicentenario, más la venta de activos improductivos, yo creo que podemos llegar a los $12 billones, que podría generar un alivio si se suma al recorte del gasto. Hay que disminuir el gasto, porque de lo contrario es regresar a un escenario como el de la reforma tributaria de Carrasquilla”, sostuvo.
El hecho de que se haya ligado el presupuesto del próximo año y las necesidades de inversión a una ley de financiamiento no cayó muy bien entre algunos sectores académicos y gremios, puesto que consideran que se está amarrando el desarrollo y crecimiento económico del país; algo que a futuro puede ser contraproducente.
