Colombia llegó al siglo XXI, con un sistema penal inquisitivo, poco garantista e inequitativo para las partes, por este motivo en 2004, la Ley 906, vio la luz el 31 de agosto, que entró en vigencia a partir del 1 de enero de 2005.
Este es un tema que tiene tantos actores y aristas que en esta primera entrega se hace un bosquejo del panorama general en las voces de quienes han sido protagonistas desde sus inicios y que al día de hoy, pueden hacer un análisis sobre lo que lo enferma y en lo que debe mejorar.
Tres figuras importantes
La doctora Luz Myriam Carmona, abogada penalista y especialista en Derecho Penal y Criminología, con estudios específicos sobre el Sistema Penal Acusatorio que le permitieron incursionar en el mismo. “En enero del 2005, cuando entró en vigencia el Sistema Penal Acusatorio, por reparto, me correspondió como fiscal local la primera Audiencia de Control de Garantías en este Distrito Judicial. Era un gran reto para las partes que participamos: juez, Defensa, Ministerio Público y Fiscalía. Sumado a un aviso antes de la hora fijada que el fiscal general de la Nación y el procurador estarían presentes en dicho acto público. Esa situación imprimió más responsabilidad a nuestra actuación».
Luz Myriam Carmona, ha sido juez de apoyo en algunos municipios de Risaralda, juez penal del Circuito, promiscua del Circuito, penal municipal y de familia. Ingresó a la Fiscalía, cuando tras concurso interno, la nombraron en la Fiscalía local.Esta situación fue articulada desde esta misma ciudad por Jorge Mario Trejos, secretario de Gobierno de Pereira, quien cuando inició la transición entre sistemas, se desempeñaba como director del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en esta ciudad. A Trejos, le tocó reglamentar todo el uso de la Policía Judicial en el nuevo esquema del Sistema Penal Acusatorio. Organizó todo desde la investigación criminal, la criminalística de campo y la criminalística de laboratorio del nuevo modelo.
“Tuvimos la oportunidad de hacer esta transición e implementarlo para Risaralda, luego fui enviado por las altas directivas de la Fiscalía al Quindío, allá hice el mismo proceso y al año siguiente, porque fue gradual y entró por regiones”.
“No fue sencillo, tuvimos un periodo de transición con unas capacitaciones muy básicas. Recibimos asesorías de un programa que tiene el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que nos permitió capacitar en algunos cursos a los investigadores y a los técnicos, se llamaba el curso de ‘investigador testigo’, que fue exclusivo para el tema de cómo debía el investigador y el criminalístico afrontar el nuevo Sistema, cuál iba a ser su rol. Ahí nos dimos cuenta que era un verdadero protagonista, porque pasaba a convertirse en un actor con características trascendentales, en sus manos estaba el manejo de la prueba, la información legalmente obtenida y que de su actividad investigativa se iba a derivar, en gran parte, el éxito de la investigación en ese nuevo modelo”, explica Trejos.
Jorge Mario Trejos cuenta en su haber con una experiencia de más de 25 años en la Fiscalía General de la Nación, tiene dos especializaciones, una en Derecho Probatorio, y otra en Derecho Penal y Criminología. Implementó el Sistema en cuatro departamentos.El hoy procurador judicial Luis Fernando Valderrama, se desempeñó como juez especializado durante 10 años y como fiscal durante 8 años. “El Sistema empezó viento en popa, cumpliendo con todas las expectativas. Casi todos los procesos que llegaron a mi despacho en ese momento terminaron de manera anticipada. La idea del Sistema Acusatorio era que la mayoría de los casos terminaran por aceptaciones o preacuerdos y guardadas las proporciones fue así, fue un buen comienzo”.
Luis Fernando Valderrama fue juez promiscuo municipal de Mistrató y Quinchía, juez penal municipal de Santa Rosa, juez de Instrucción Criminal en Santuario, fiscal seccional en La Virginia, fiscal de Administración Pública y juez promiscuo del Circuito en Belén de Umbría.¿Qué pasó, a qué se debe la congestión de hoy?
“En cuanto a la congestión, podríamos decir que siempre se va a mantener a razón de que nunca se ha elevado el número de funcionarios judiciales que atienden estas diligencias, la delincuencia en el Departamento está elevadísima, sabemos que hay muchas clases de delitos que se cometen cada día y no hay fiscales y jueces suficientes para dar trámite a todos esos procesos que se inician”, indica la doctora Carmona.
Desde el punto de vista del secretario, se ve así: “Aquí el tema de política criminal juega un papel muy importante, el modelo de Sistema Penal Acusatorio tiene que acompañarlo de política criminal inteligente, orientada y direccionada al fenómeno de la criminalidad que vive Colombia. Hoy eso que queríamos garantizar está lleno de dificultades, tropiezos y obstáculos, estamos congestionados en noticias criminales, los fallos se demoran, unas conductas criminales están siendo objeto de algunas decisiones que digamos no son entendidas por la comunidad, pues esperan otro tipo de resultados, pero esto se debe a que nosotros venimos de una cultura punitiva, donde si no vemos a la persona que nos hizo daño o afectó nuestro patrimonio, en la cárcel, casi que no quedamos contentos y entonces la pregunta es si eso es lo correcto”.
El doctor Valderrama, lo ve de la siguiente manera: “Con el transcurso del tiempo, leyes que sobrevinieron modificaron el Sistema Acusatorio y eliminaron las posibilidades de preacuerdos en varios delitos, entre ellos los delitos sexuales en donde son víctimas los menores de edad, por la Ley 1098 (Código de Infancia y Adolescencia) que eliminó la posibilidad de conceder rebajas por preacuerdo. Eso quiere decir que todos los casos en donde hay una víctima menor de edad por un delito sexual, se va a juicio. Esto trajo como consecuencia la congestión de la mayoría de los juzgados del Circuito”.
“Por otro lado, las rebajas fueron disminuyendo en otros delitos, se proscribió en el secuestro extorsivo, terrorismo, se eliminó la posibilidad de las terminaciones anticipadas, porque nadie va a aceptar unos cargos a cambio de nada. En los delitos sexuales se cree que por poner penas muy altas, la justicia penal va a ser más eficaz y no es así, lo que ha resultado de la eliminación de los beneficios, es que todos los casos llegan a juicio. Así se congestionan los despachos y los procesos se demoran más de la cuenta, como consecuencia, cuando se llega a juicio, muchas de las víctimas y los testigos por agotamiento procesal están desgastados y no quieren declarar”, dice el procurador.
Luis Camilo Osorio, se desempeñó como fiscal general de la Nación entre 2001 y 2005, tiempo durante el que se comenzó con el tránsito entre el sistema de la Ley 600 al de la oralidad.¿De qué está enfermo el Sistema?
La abogada expresa que ”En Fiscalía General de la Nación hay un fenómeno que es el cambio y la rotación entre los despachos judiciales, entonces cada vez que un fiscal se cambia de despacho, tiene que reiniciar el conocimiento de los procesos, por eso empieza a aplazar audiencias y esa rotación siempre me ha parecido muy delicada, traumatiza mucho. No conozco una circular que diga que deben estar rotando, porque mire los jueces, cuando los nombran en un juzgado, ahí se quedan hasta que se pensionan y así debería ser con los fiscales que ya tienen propiedad en el cargo. Además, está que cuando un fiscal sale a vacaciones, el reemplazo tiene que tomar ese despacho y algunas veces tiene dos o tres despachos más”.
“Existe la teoría del Derecho Penal mínimo y es que en muchos lugares del mundo, la cárcel es la última instancia. La pregunta es si Colombia está preparada para llegar a ello, porque tendríamos que cambiar el chip de querer solucionar todo con cárcel. Lo que lleva a la congestión de las mismas, que es supremamente grave, ¿todos los que están en la cárcel, deben estar allí? Porque muchos de ellos, por dar solo un ejemplo, obedecen a fenómenos de discusión sobre la salud pública, como el tema de Ley 30 (estupefacientes) ¿Qué hemos avanzado en política criminal sobre estos comportamientos?”, expone Jorge Mario Trejos.
Mientras tanto, Luis Fernando Valderrama responde: “La criminalidad ha aumentado y las fiscalías se quedan cortas. Hay fiscales que tienen 1.600 procesos, esos mismos fiscales, tienen que ir a los juicios orales y al mismo tiempo hacer labores de Instrucción. Nos quedamos cortos en cantidad de fiscales, investigadores, me atrevería a decir que en los defensores públicos y en el número de investigadores a disposición de la Fiscalía y a disposición de la misma Defensoría, son cuellos de botella que ningún sistema procesal va a resolver. No es cuestionar el Sistema, porque funciona, el tema es la logística, la puesta en funcionamiento la que se ha resquebrajado por la inmensa criminalidad que nos agobia en todo momento”.
Para el procurador, se debe hacer un alto en el camino del Sistema y repensarlo, hacerle una cirugía estética correctiva para que sin perder las garantías que ofrece el Sistema, pueda ser más efectivo.
A manera de conclusión
La jurista Luz Myriam Carmona considera que al interior de la misma institución existe personal idóneo, con larga trayectoria y experiencia en la institución que debe privilegiarse a través del sistema de ascensos, para así suplir las vacantes de los Despachos Fiscales.
Jorge Mario Trejos expresa: “Tenemos una Defensoría del Pueblo que todavía no ha encontrado una fuerza desde el punto de vista de la investigación y de los peritos que le permitan competir con una Fiscalía que tiene buenos laboratorios y el apoyo de Medicina Legal. El Sistema requiere que la Defensoría se iguale a la Fiscalía con respecto a la prueba científica y a la prueba técnica”.
Luis Fernando Valderrama dijo que “Es mil veces mejor el Sistema Acusatorio que la Ley 600. Es el Sistema más democrático, más liberal y más garantista, más constitucionalizado, como debe ser, porque ya no es el fiscal tomando sus propias decisiones sin ningún control, sino que siempre que se toque un derecho fundamental hay un representante del Estado, velando porque esos derechos sean salvaguardados. Ese representante es el juez de Garantías, quien es propio del Sistema Acusatorio y esa es una conquista sobre la que no debe haber nunca, ningún retroceso”.
Quedan entre el tintero temas que son propios de este Sistema y que no se han implementado, pues la misma idiosincrasia del colombiano, lo vuelve complejo, como son los temas del Sistema Acusatorio Puro del jurado de conciencia y la figura del acusador privado. El doctor Trejos piensa que se pueden implementar en cualquier momento para saber si funcionan o no, que hay que atreverse, porque permitirían quitarle gran parte de la carga a la Fiscalía y tener un dinamismo diferente.
El porte de armas
En colombia este delito, cometido de forma simple, contempla una pena de nueve años que se puede volver en 18 años. En los códigos alemán o español, la pena no pasa de dos años. Lo importante de las penas no es que no sean altas sino efectivas, dicen los expertos.
Cifra
200 casos en juicio puede tener un fiscal de Caivas (Centro Atención Integral Víctimas de Abuso Sexual).
“Ubique una fecha para hacer una audiencia en un Juzgado del Circuito, como mínimo se va hasta el año entrante”.
