Las tiendas pequeños de barrio, más que un punto de comercio y abastecimiento, componen una parte considerable de nuestra cultura nacional.
Y es que es difícil imaginar un barrio de nuestro país que no tenga entre sus calles aquella tienda popular en la cual los vecinos pueden conseguir de todo un poquito.
Lastimosamente, la pandemia y la crisis derivada de ella también ha puesto en riesgo la sostenibilidad a largo plazo de estos negocios comerciales.
Así lo reveló Fenalco en un informe sobre este sector de la economía. Según la entidad, a pesar de que la mayoría de las tiendas pudieron seguir operando durante lo más duro de las cuarentenas, a principio de 2020, existen varios obstáculos que ponen en riesgo el futuro de hasta 11.000 tienditas de barrio.
Impuestos excesivos
La primera dificultad que atraviesan los tenderos, en particular el 43% de ellos, reside en la cantidad de impuestos nacionales que deben pagar por varios conceptos. En particular, la entidad hizo énfasis en las tarifas municipales que deben pagar los tenderos de Soacha y Bogotá.
Incapacidad de competir
Con la aparición de las llamadas plataforma de super descuento como Ara, Justo y Bueno y el D1, las tiendas de barrios han pasado a ocupar un lugar secundario en el abastecimiento de enceres. Al menos un 40% de los tenderos ha perdido su clientela frente a estos gigantes estableicmientos.
De igual forma, el incremento de tiendas de barrio en algunos sectores, también ha aumentado la clientela y, con ello, la posibilidad de acceder a una clientela fija.
Afectaciones por el COVID
Otro 31% de los tenderos dijo haber estado preocupado por el impacto del virus en familiares y empleados, por cuanto muchos han perdido a seres cercanos a causa del coronavirus.
Otras causas menores
Aunque no tengan un impacto tan significativo como las tres anteriores, los tenderos encuestados en el informe de Fenalco afirmaron ser victimas de la inseguridad en sus sectores, la falta de financiación por parte de entidades bancarias y, por consiguiente, la incapacidad de acceder a plataformas tecnológicas que incrementen su capacidad comercial.
Para cerrar su informe, la entidad advirtió que de no encontrarse una solución a esta problemática, desaparecerán 11.000 tiendas y se pondrían en riesgo al menos 1,7 millones de empleos que genera este sector.
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