Tras el devastador vendaval que golpeó a San Jacinto, dejando a más de 500 familias en situación de vulnerabilidad, la respuesta rápida y comprometida del gobernador de Bolívar, Yamil Arana Padauí, ha sido una esperanza para los afectados. Pero más allá de la entrega de ayudas materiales, la verdadera historia radica en la empatía y la cercanía que el mandatario ha mostrado al liderar personalmente las acciones de apoyo y recuperación.
Lejos de limitarse a una gestión desde los despachos, el gobernador Arana ha demostrado un enfoque humano y directo al recorrer las calles del barrio La Paz, una de las zonas más afectadas.
Su visita a la vivienda de doña Elida Rosa Fernández, una anciana cuyo hogar fue gravemente dañado, es un ejemplo del compromiso personal con el bienestar de sus ciudadanos. Con un gesto que fue más allá de la simple entrega de kits de ayuda, Arana no solo llevó suministros esenciales como láminas de zinc, alimentos y colchonetas, sino que también ofreció palabras de consuelo y un firme compromiso de asistencia continua.
El impacto del vendaval en San Jacinto no se mide solo en términos de daños materiales, sino también en la incertidumbre y el miedo que ha dejado en las familias afectadas. La respuesta del gobernador, en colaboración con la alcaldesa Merly Viana y la Oficina de Gestión del Riesgo, ha sido un alivio para muchos, quienes ahora ven una luz al final del túnel.
La promesa de Arana de que «ni usted ni ninguna de las familias afectadas estarán solas» resuena como un mensaje claro de que las autoridades están al lado de los ciudadanos en los momentos más difíciles. Su petición de apoyo al Gobierno Nacional subraya la magnitud de la crisis y la necesidad de una respuesta coordinada y robusta.
Más allá de la respuesta inmediata, el enfoque del gobernador refleja una visión a largo plazo. Su compromiso de seguir brindando apoyo hasta que cada hogar afectado sea restaurado no solo alivia las necesidades inmediatas, sino que también proyecta una confianza renovada en la capacidad de la administración para gestionar crisis.
«Sabemos que son muchas las familias impactadas, pero con esta ayuda estamos contribuyendo a la recuperación de sus hogares,» afirmó Arana, dejando claro que la labor no se detendrá hasta que la normalidad regrese a cada rincón de San Jacinto.
La intervención del gobernador Yamil Arana Padauí no solo está proporcionando los recursos necesarios para la reconstrucción, sino que también está ayudando a restaurar la esperanza y la dignidad de las familias afectadas.
