El caso de la muerte de Juan Felipe Rincón, hijo del inspector general de la Policía, William Rincón, ocurrido el 24 de noviembre en el barrio Quiroga, continúa bajo investigación. Aunque inicialmente Andrés Camilo Sotelo fue señalado como el principal sospechoso y capturado, un juez ordenó su liberación el lunes pasado, al considerar que no existen pruebas suficientes para vincularlo directamente con el crimen.
Ahora, la defensa de Sotelo busca el archivo del caso, apoyándose en pruebas clave, como la microscópica electrónica de barrido y los informes de balística de las dos armas encontradas en la escena, que podrían demostrar que Sotelo no fue quien disparó el arma. Además, la necropsia realizada al cuerpo de Juan Felipe Rincón resulta fundamental para la estrategia de la defensa.
En las pruebas, se hallaron restos de pólvora en las manos de Sergio Felipe Rico, el escolta de Juan Felipe. El abogado de Sotelo argumenta que, basándose en las pruebas técnicas y documentales, se puede inferir que el único responsable de disparar el arma fue Sergio Felipe Rico, quien habría estado involucrado en los hechos de esa mañana. Con esta nueva evidencia, la defensa solicitará a la Fiscalía que archive el caso y cierre la investigación.
¿Por qué fue dejado en libertad Andrés Sotelo?
Andrés Camilo Sotelo, el único capturado por el crimen de Juan Felipe Rincón, hijo del general William Rincón, inspector general de la Policía, el pasado domingo en Bogotá, quedó libre por orden de un juez. El rogado concluyó que aún no hay elementos claves que lo señalen como responsable del crimen. Todo ocurrido en hechos que involucrarían presuntamente a dos menores de edad, una de 15 y otra de nueve años.
Las versiones
Las diferentes versiones que se conocen hasta el momento, incluyendo las de familiares de las niñas, coinciden en que Juan Felipe Rincón recogió a la menor de 15 años en Titán Plaza la noche del sábado y se la llevó al parecer con su consentimiento a su apartamento ubicado en la Calle 170 con séptima, donde vivía solo desde hacía cerca de dos meses. Al día siguiente, siendo las 6:30 a.m llamó a su escolta y le pidió que lo recogiera en un punto de la carrera 30 al que él llegaría con la joven.
Ambos fueron recogidos aproximadamente a las 10 de la mañana, y por petición de Juan Felipe Rincón llevados al barrio Quiroga. Pero al llegar allí, y luego de saludarse con una mujer de aproximadamente 35 años, aparecieron dos hombres, ¿entre ellos el hoy imputado, Andrés Sotelo, con perros rottweiler que se abalanzaron contra el joven. Todo ello, al parecer, en retaliación a unas conversaciones íntimas por Instagram que habían descubierto entre la sobrina de Sotelo, de nueve años, y Juan Felipe Rincón.
En ese punto es donde se presentan dos versiones sobre lo ocurrido, las cuales aún no tienen respuesta. Mientras que la Fiscalía le otorgó validez al testimonio del escolta Sergio Rico, quien asegura que reaccionó cuando vio que estaban golpeando a Juan Felipe. La defensa de Sotelo argumenta que no se tuvo en cuenta un informe de balística que asegura que el arma que su defendido tenía no servía para disparar.
Hecho con el que estuvo de acuerdo el juez del caso, quien dijo que la Fiscalía no ha logrado demostrar la responsabilidad de Sotelo en el crimen.
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