El desempeño fiscal del departamento de Sucre en 2020 fue «vulnerable», según la medición del Departamento Nacional de Planeación.
De 100 puntos posibles, Sucre obtuvo 60,51, pues se ubicó en el rango de entre mayor o igual que 60 y menor que 70.
Estuvo muy cerca de quedar en la categoría de riesgo, que va de mayor o igual que 40 y menor que 60. La peor categoría, la de deterioro, es de aquellos que obtuvieron menos de 40 puntos.
En la categoría de vulnerable Sucre comparte grupo con los departamentos de Santander (63,01), Guaviare (63,18), Valle del Cauca (63,40), Cesar (63,96), Atlántico (65,27), Antioquia (65,64), Caldas (66,66), Risaralda (68,35) y Meta (69,31).
Planeación Nacional explicó que la medición muestra el manejo de las finanzas territoriales en medio de una situación excepcional, es decir, la pandemia.
Por eso, pese a estar en el mismo nivel de Sucre, la entidad destacó el desempeño de Antioquia, Cundinamarca, Meta, Caldas y Risaralda y los ubicó en las cinco primeras posiciones. Sucre es un municipio de tercera categoría, al igual que Cauca Casanare, Quindío y San Andrés. De todos estos, al que mejor le fue en desempeño fiscal es Sucre.
En el grupo de ciudades, Planeación destacó 13, entre las cuales no aparece Sincelejo. Ellas son Medellín, con 78,56 puntos; Cúcuta, con 68,88; Bogotá, con 68,35; Pereira, con 65,72; Cali, con 65,02; y Barranquilla, con 64,03.
Sincelejo obtuvo una calificación de 47,90 puntos y por eso su índice de desempeño fiscal es riesgoso, pues está entre menor o igual que 40 y menor que 60.
En el grupo de municipios fueron destacados Rionegro (Antioquia), que aparece de primero, con más de 80 puntos; Galapa (Atlántico), con 76,51; Concepción (Antioquia), con 75,43; Medio Baudó (Chocó), con 74,71, y Santa Rosa de Viterbo (Boyacá), con 74,51.
La información oficial señala que se trata de una medición comportamiento en gestión financiera enfocada en ingresos y gastos, al igual que en la sostenibilidad.
«Esta nueva medición permite hacer un seguimiento adecuado a la situación financiera territorial, identificar necesidades de asistencia técnica y de buenas prácticas en el manejo de las finanzas territoriales», añade el reporte.
Dos economistas consultados por sucrenoticias.com coincidieron en que, pese a toda la crisis que generó la pandemia, en especial la parálisis por las cuarentenas, hubo cierta sostenibilidad en las finanzas de Sucre como consecuencia de la gestión de las mismas.
«A pesar de eso, se mantiene la gestión financiera, no decaen las finanzas», manifestó uno de los profesionales, mientras que otro atribuyó la aceptable calificación a que «la gente no se durmió en la pandemia» y hubo nuevos emprendimientos, formales o informales, para mover su economía.
