La Alianza Verde, el partido con el que Claudia López llegó a la Alcaldía de Bogotá y que con la senadora Angélica Lozano espera comandar el Congreso a partir del próximo 20 de julio, está inmerso en una especie de guerra fría que tiene su unidad en vilo.
Si bien públicamente sus principales voceros no usan el término “división”, e incluso justifican las diferencias como una situación normal en un partido que se caracteriza por tener liderazgos diversos, internamente –y…