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Debido a los casos reiterativos de negación de servicio, de autorizaciones y remisiones por parte de algunas Entidades prestadoras de Salud, este viernes se llevó a cabo una toma pacífica simultánea a Cajacopi Maicao y a la Nueva EPS, que duró cuatro horas, acción que tuvo como objetivo primordial reclamar la asistencia a dos niñas a quienes se les estaba negando sus derechos.
Ángel Solano, presidente de la Veeduría Nacional para La Guajira, indicó que se tuvo que llegar a esta vía de hecho para hacerle acompañamiento a los padres de las pequeñas, ya que las condiciones de salud de ambas son delicadas, pues una padece cáncer de lengua y requiere hacerle una biopsia y la otra necesita hormonas para el crecimiento, un tratamiento que no se puede suspender.
Según Solano, es la primera vez que se toman dos EPS y aunque reconoce que no hay capacidad para tantos casos, tuvieron que recurrir a la medida de protesta, ya que prevalecen los derechos de los infantes, por lo cual pidió disculpas a los usuarios que fueron afectados.
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Explicó que Sandra Ricaurte, gerente de la Nueva EPS, se comprometió a entregar las hormonas de crecimiento para el tratamiento de un mes y el papá aceptó con la condición de que debían entregarle el resto sin demora, mientras que en caso de la niña del cáncer de lengua, Cajacopi dio la autorización para la biopsia. Comentó que también escucharon las quejas de muchas personas y las fueron resolviendo.
Los manifestantes se retiraron con la promesa de que seguirían atendiendo a la población de Cajacopi, porque esta EPS no atiende los viernes, pero por la toma que se hizo se presentaron y tuvo muy buena acogida.
«Es lamentable que esto suceda y que tengamos que estar peleando estos derechos, que son recursos que llegan a las EPS y cuando nos enfermamos no nos dan los medicamentos y no nos quieren prestar atención«, subrayó Solano.
Horacio Campo, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Nazaret, expresó su satisfacción porque se resolvió el problema en Cajacopi, pero lamentó que se deba llegar a las vías de hecho para que la gente sea atendida. «Tristemente ese es el sistema de salud que manejamos en Colombia, más que todo en La Guajira«, acotó.
Una de las pacientes que se encontraba en el sitio de la toma, Katerin Medina, dijo tener dos meses de embarazo y desde el 5 de mayo que le detectaron el toxoplasmosis alto, que es el parásito que se va comiendo al feto, no le han enviado la medicina. «Sigo esperando respuesta de la EPS Cajacopi«, resaltó agregando que, así como ella están muchas otras personas.