El pasado 31 de enero venció el plazo para que las empresas en el país cancelara a sus colaboradores uno de los rubros más esperados en el arranque de año con los intereses de las cesantías; dinero que sirve para hacer más llevadera la cuesta de arranque de año y sirve como un ingreso extra que algunos interpretan como una prima adicional.
Édgar Jiménez, profesor experto en finanzas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, explica que las cesantías son un ahorro obligatorio que los empleadores deben consignar cada año antes del 14 de febrero en un fondo especializado (Protección, Porvenir, Colfondos o Skandia) y tiene el objetivo de proteger al trabajador en caso de desempleo o ayudarlo a cumplir metas específicas.
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Así mismo, resalta que en estos momentos, muchos colombianos se preguntan cómo aprovechar al máximo este ingreso adicional y para ello se debe partir de que más allá de una herramienta de protección, pueden ser un recurso valioso si se gestionan adecuadamente, dado que protegen la economía de los hogares.
“Es un derecho laboral que permite a los trabajadores enfrentar situaciones de desempleo, pero también puede ser usado para objetivos específicos como educación o compra de vivienda. Este valor corresponde a un mes de salario por cada año trabajado”, manifestó.
Para poner un ejemplo de cómo funciona este rubro, Jiménez dijo que si un trabajador gana $2.000.000 mensuales y laboró durante un año completo, el empleador deberá consignar $2.000.000 en el fondo de cesantías escogido por el empleado. Esta plata sólo se puede usar, según la legislación, para la construcción, compra o mejoramiento de vivienda o para gastos educativos, debidamente sustentados.
Entre tanto, en este tema también se suele hablar de los intereses de las cesantías, que son un beneficio adicional que el empleador debe pagar directamente al trabajador cada año, antes del 31 de enero y es un valor que corresponde al 12% del total de las cesantías acumuladas durante el año anterior.
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“Por ejemplo, si las cesantías de un trabajador suman $2.000.000, los intereses serán $240.000 (12% de $2.000.000), los cuales el empleador pagará directamente en la nómina o en una fecha cercana”, sentenció el profesor Edgar Jiménez.
De igual forma indicó que “la diferencia es sencilla: mientras las cesantías se consignan en un fondo y están protegidas para el futuro, los intereses son un ingreso que llega al bolsillo del trabajador de forma inmediata”, dejando claro que es importante conocer a fondo la diferencia entre una y otra y cómo sacarles el mejor provecho.
¿Cómo sacarles el jugo?
Ahora bien, sobre cómo aprovechar al máximo este dinero, el docente de la Universidad Jorge Tadeo Lozano manifestó que es importante destinarlas a objetivos de largo plazo como invertirlas en educación, ya sea propia o de familiares cercanos, dado que así no solo se mejora el perfil profesional, sino que también impulsa el crecimiento económico a futuro y que cada peso destinado a formación puede traducirse en mayores ingresos, más oportunidades laborales y estabilidad financiera.
“Otra alternativa es evaluar opciones de inversión que generen rendimientos a mediano o largo plazo. Si cuentas con otras fuentes para cubrir tus necesidades inmediatas, podrías considerar colocar tus cesantías en un CDT, en un fondo de inversión colectiva o incluso utilizarlas como capital semilla para un pequeño emprendimiento. Estas opciones pueden ayudarte a hacer crecer tu dinero y fortalecer tu seguridad financiera en el futuro”, agregó.
Por otra parte, si se tienen deudas con altos intereses, destinar las cesantías a su pago puede ser una estrategia inteligente. Sin embargo, Jiménez advierte que esta decisión debe tomarse con un plan bien estructurado para evitar caer nuevamente en un ciclo de endeudamiento, reconociendo que saldar deudas estratégicamente reduce la carga financiera y permite destinar futuros ingresos a otros proyectos.
“Antes de gastar las cesantías, es fundamental planificar su uso y establecer prioridades financieras. No hay que verlas como dinero extra, sino como un recurso estratégico que puede marcar la diferencia entre estabilidad y dificultades económicas. Consultar con un asesor financiero puede ser clave para tomar decisiones acertadas y garantizar que este ingreso contribuya a mejorar tu situación financiera a largo plazo”, concluyó.