No se equivocarían según la información recogida en la empresa de alquilera de autos a donde Poulos, alquiló el carro por tres días.
Allí, le dijo a un empleado, que venía a «desenmascarar» a su novia (de 23 años de edad), no confiaba en ella, «que era muy bonita para él y que sentía que lo estaba usando».
SE PRESUME QUE LOS RASGUÑOS QUE TENÍA EN SU CARA Y CUELLO EL SEÑALADO FEMINICIDA, SE LOS PRODUJO LA VÍCTIMA AL TRATAR DE DEFENDERSE.
Por eso, al parecer la presionó para que se mudaran el mismo 20 de enero, él había llegado el día 19. Así que ella, fue y se arregló para recibirlo y luego fueron a su casa para sacar su ropa y unas cuantas cosas, esa fue su mudanza. Y a la carrera.
Uno de los detalles, es que Poulos (de 33 años, nacido en Texas) llegó con poco equipaje al país, cuando se suponía se vendría a vivir con la dj.
En Colombia alquiló un apartamento por tres días, aunque hubo promesa de alquiler por más tiempo no dio más dinero ni hizo ningún otro papeleo, el carro también lo alquiló por tres días apenas.
Eran frecuentes los mensajes con reclamos y celopatía, eran una constante.
Encuentro mortal
Estuvieron cerca de 20 horas, desde su reencuentro el viernes 20 de enero incluyó una mudanza; rumba, cenas, ‘descanso’ en el apartamento alquilado por Airbnb; domicilios.
A Valentina, se le vio por última vez con vida, el 21 de enero a las 10:43 de la noche, cuando se asomó al pasillo del edificio residencial mientras Poulos, esperaba el ascensor para bajar por un domicilio. Esa noche la (presuntamente) mató.
Según la necropsia que reveló Medicina Legal, tenían un fuerte golpe en la cabeza, otros en el cuerpo y murió por asfixia, la ahorcó. Se presume que los rasguños que tenía en su cara y cuello el señalado feminicida, se los produjo la víctima al tratar de defenderse.
La atacó cuando ella estaba durmiendo.
Una vez muerta, la amarró de manera que pudiera meterla en la maleta, maleta de la que paradojicamente le había enviado a ella una foto desde el aeropuerto en Estados Unidos, señalándole que se le había dañado una rueda. «Debe ser por el peso», le respondió ella.
El sábado 21 de enero, Poulos sacó el cuerpo en una maleta y lo arrojó a un contenedor, donde posteriormente un reciclador lo encontró y alertó a las autoridades.
Y mientras se hacía en Colombia este terrible hallazgo, el extranjero ya estaba en Panamá y esperaba vuelo a Turquía. Aunque había comprado tiquete también a Brasil.
Capturado y preso
En suelo panameño, le dijo a las autoridades que él no había matado a su novia y que había sido, «la mafia, el Cartel de Medellín». Y que huía, porque lo iban a matar.
Sobre el móvil, dado el comportamiento de John Poulos, se trató de celos.
No han faltado las conjeturas sobre una supuesta infidelalidad de la Dj, que él le mandaba plata y se sintió estafado entre otras cosas.
El debate llevó incluso a algunas, a resaltar «la frialdad y hasta la justificación de su accionar».
Pero el proceso en su contra no lleva conjeturas, sino las evidencias y datos hasta ahora encontrados de este terrible crimen.
Un feminicidio, que en Colombia se castiga con la Ley Rosa Elvira Celis.
