Recientemente se conoció el caso de una persona que vivió una mala experiencia en el municipio de Salento (Quindío) durante su primera noche de visita.
La persona denunció que, su esposo y su madre se sentaron en la mesa de un estanquillo del parque para acompañar al hombre mientras disfrutaba de un trago.
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Sin embargo, la pareja se levantó un momento para comprar un café al otro lado del parque, ya que la madre de la señora, de 80 años, no consumía licor.
“La dejamos en la mesa por unos minutos mientras íbamos por su café y planeábamos consumir más al regresar. Sin embargo, al volver, nos encontramos con una situación desagradable: mi madre de pie, esperándonos. Al preguntarle, nos explicó que el personal la había obligado a levantarse, argumentando que debía consumir para permanecer en el lugar”, señaló la mujer.
Al reclamar sobre este trato injusto, en lugar de recibir disculpas, se toparon con un manager que los trató de manera irrespetuosa, utilizando un lenguaje ofensivo y gestos vulgares. “Esta personas son unos guaches. La falta de respeto fue sorprendente y nos hizo sentir terrible en ese momento”, mencionó la mujer.
Y añadió: “¿Es este el tipo de servicio al cliente que se ofrece? ¿Tratar así a una señora de edad? He viajado por muchos lugares del mundo y nunca antes había experimentado un nivel tan bajo de servicio al cliente. Esta amarga experiencia dejó una marca negativa en nuestro primer día en Salento”.
Ante esto, la persona fue enfática en mencionar que no recomendaría este lugar a nadie, pues su experiencia fue extremadamente desagradable, tanto el trato irrespetuoso hacia su madre, como el lenguaje ofensivo por parte del manager y la falta de disculpas, dejando una impresión profundamente negativa.
“La calidad del servicio al cliente es fundamental para cualquier establecimiento y lamentablemente, este lugar no cumplió con las expectativas más básicas. La falta de profesionalismo y empatía hacia los clientes es motivo suficiente para desaconsejar encarecidamente visitar este establecimiento. La experiencia fue tan decepcionante que no creo que nadie deba someterse a un trato tan irrespetuoso”, concluyó.
