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Venus, Canela, Mona, Sasha, Salomé, Lola, Roco, Lluvia, Barbas, Negro y Violeta son los once perros rescatados que, gracias al trabajo y cuidado de Ricardo García y al equipo del Parque Industrial de Porvenir II, hoy cuentan con un hogar cálido y lleno de amor.
Desde niño, este gran animalista mosqueruno sintió un llamado especial por la protección de los animales. Su amor por ellos es innegable y, aunque se desempeña como contador público y administrador, encontró la manera de ayudar a aquellos seres que no tienen voz.
La historia del refugio de Ricardo empezó cuando se dio cuenta que varios perros llegaban a la portería del parque buscando alimento, mientras que otros eran lastimados debido al alto tráfico pesado en la zona. Este amante de los animales sabía que debía hacer algo por ellos y por eso se las ingenió para recibirlos y acomodar un espacio para cada uno. Con recursos de su propio bolsillo y con el apoyo de empresarios e industriales, Ricardo gestionó tejas, rejas, madera y otros materiales para construir una casa para cada perrito. En este momento los propietarios del parque también contribuyen con donaciones en alimento para estos pequeños y la Administración Municipal ha aportado un granito de arena a esta gran labor con jornadas de vacunación y esterilización que han ayudado a que estos animalitos tengan buena salud y calidad de vida.
Los animales le han regalado momentos inolvidables a este Gigante de Corazón. Con nostalgia recuerda que un día llegó un perrito en muy malas condiciones, era un labrador cruzado con un pitbull que tenía graves heridas que evidenciaban el maltrato al que había sido sometido en peleas callejeras. Él no dudó en llamar a un veterinario para que le brindara la atención médica necesaria y con el paso de los días el perro estaba corriendo feliz por todo el terreno. Sin esperarlo, este perrito se convirtió en un gran compañero que estuvo junto a Ricardo durante 8 años.
Los 11 grandes guardianes que viven en el refugio también apoyan la seguridad del sector y se mantienen alerta cuando hay movimientos extraños, por eso son considerados una amenaza para los ladrones, a tal punto que incluso un día los delincuentes intentaron prender fuego junto al hogar de estos seres indefensos.
Los perritos que viven en este refugio también protegen a Fiona, una gatita que hace unos meses se convirtió en mamá de 4 gatitos que ya tienen hogar y serán entregados en adopción en los próximos días.
Ricardo ama a sus animales, pero le gustaría que ellos tuvieran un mejor hogar, por eso realiza un proceso de adopción con las familias interesadas para que estos caninos tengan la garantía de un techo acorde a sus necesidades. Además, recibe donaciones en alimento para continuar con su causa animal.
Hoy este mosqueruno le dice a todas las familias del municipio que “los animales son seres hechos de amor, que merecen amor y nunca deben ser abandonados ni maltratados”.
Fuente: Alcaldía Municipal de Mosquera Cundinamarca.