No importa en qué lugar del mundo sea, Francia Márquez Mina se toma su tiempo ¬-que no es mucho por la apretada agenda- para darle la mano a cada persona con la que interactúa fuera del protocolo.
Y no es solo un saludo frío, es una conversación corta y sincera. Ya en los eventos, la vicepresidenta y ministra de la Igualdad de Colombia escucha elogios y, cuando el público la aplaude, alza su brazo y el puño al aire. Ese gesto, tan suyo, se ha convertido en una muestra de su lucha,…